SUMAR - Un programa por tí

Programa electoral para las elecciones generales del 23 de Julio de 2023


1. Una democracia económica y ecosocial al servicio de las personas

1.1. Economía

1.1.1. Economía para una vida mejor

1.1.1. Más empleo, con mejores condiciones de trabajo
  • Más empleo, con mejores condiciones de trabajo
    • Estableceremos como objetivo central de la política económica que la tasa de paro converja con la media europea y que existan suficientes empleos disponibles para las personas que deseen trabajar. A pesar de que la reforma laboral ha dado lugar a las cifras más altas de personas trabajando y de empleo estable, España tiene que enfrentar ahora el desafío de eliminar otra anomalía histórica: la de tener una tasa de paro muy superior a la media europea. El objetivo de la legislatura será converger con esta tasa de paro, que se sitúa en el 7%, y alcanzar una tasa de empleo superior al 70%. Es posible, si se pone en marcha una estrategia integrada de políticas económicas y políticas de empleo orientadas plenamente a este objetivo.
    • Orientaremos a la creación de empleo el potencial que se deriva del cambio de modelo de cre- cimiento y, en particular, del proceso de reindustrialización vinculado a la transición energética, a los cambios en la localización de las actividades productivas y la atención de las necesidades asociadas a la mayor demanda de cuidados. La orientación estratégica hacia una economía verde y digital requiere profesionales con formación especializada en áreas como las energías renovables, la eficiencia energética, el cambio climático, la economía circular y la sociedad digital. En este sentido, los programas de formación que combinan la especialización con el trabajo en empresas son más efectivos desde el punto de vista de la vinculación de los jóvenes al mercado laboral y de su trayec- toria profesional.
    • Reordenaremos el tiempo de trabajo, incluyendo la reducción y la distribución de la jornada la- boral, pero sin reducción de salario. En 2024 se establecerá por ley una jornada laboral máxima de 37,5 horas y se abrirá un proceso de diálogo social para seguir reduciendo la jornada hasta alcanzar las 32 horas semanales. Con ello, mejorará la compatibilidad del tiempo de trabajo con el resto de los usos del tiempo, desde un reparto equilibrado de las tareas de cuidados y autocuidado al tiem- po destinado a la formación, al ocio o a la participación social. Además, se debe controlar mejor las horas extras y compensarlas con tiempo libre, eliminar los horarios variables sin control, regular los horarios de los servicios públicos y procurar una gestión más flexible de la distribución de la jornada anual o del tiempo a lo largo de la carrera profesional de las personas, incluyendo el contrato de re- levo. Se procurará trasladar el mayor número de días no laborables a los lunes, tanto para facilitar un mejor disfrute del ocio como por razones de organización de la producción.
    • Reforzaremos el vínculo entre empresas y personal, para avanzar en la estabilidad y resiliencia del empleo, haciendo del contrato indefinido a tiempo completo la forma normal de empleo. Con- tinuando con los avances registrados tras la última reforma laboral, este contrato debe ser la base de un modelo de relaciones laborales estable, que permita adoptar medidas de flexibilidad interna pleo con derechos es una pieza central del modelo, porque permite vidas estables, con carreras profesionales más largas, que mejoran la productividad y evitan la sobrerreacción del mercado de trabajo ante las perturbaciones económicas.
    • Subiremos el salario mínimo interprofesional por encima del ipc anual para mantener la ga- nancia de poder adquisitivo de las personas que lo cobran. La subida del SMI llevada a cabo por el Ministerio de Trabajo en el marco del diálogo social en los últimos cuatro años ha demostrado ser el mejor instrumento para combatir la pobreza laboral, la desigualdad y la brecha de género. Ahora, además, los incrementos del SMI deben servir para impulsar el crecimiento salarial general de nuestro país.
    • Mejoraremos las políticas activas de empleo, centrándolas en las personas con mayores dificul- tades para acceder a un empleo, ya sea por razones de edad, cualificación, género, origen o des- ajuste entre la formación de las personas sin empleo y las profesiones que se demandan en cada momento. Especialmente, se cuidarán los programas de empleo dirigidos a personas jóvenes (Ga- rantía Juvenil) para garantizar la primera oportunidad laboral, los programas dirigidos a mujeres, a mayores de 45 años y a personas con discapacidad. En la medida en que se garantice su adecuado 2diseño con participación de las corporaciones locales, que son las administraciones más cercanas a las dinámicas sociolaborales, las políticas activas serán más eficaces y estarán basadas en el tra- tamiento personalizado de cada persona desempleada, que debe incluir un compromiso de colo- cación al final de su itinerario, incorporando al sector público un garante de última instancia de este compromiso de empleo.

1.1.2. Defender el poder adquisitivo frente a los efectos de la inflación

  • Defender el poder adquisitivo frente a los efectos de la inflación
    • Impulsaremos la firma de un gran pacto de rentas por la estabilidad de precios. Tanto el comportamiento salarial hasta el momento, como la firma del AENC, garantizan que el origen de las tensiones inflacionistas no se encuentra en los salarios y su crecimiento. La tensión inflacionista se está produciendo por el encarecimiento de los precios de importación de algunas materias primas esenciales y un mantenimiento o aumento bastante generalizado de los márgenes empresariales. La firma de un gran pacto de rentas por la estabilidad de precios debe tener como objetivo acordar un reparto adecuado de las implicaciones del encarecimiento de los precios de importación y cortar los efectos de segunda ronda. Existe margen suficiente para que los salarios recuperen el poder adquisitivo perdido en 2022 sin afectar a los precios finales.
    • Favorecer el crecimiento real de los salarios, que aún no se han recuperado de la pérdida de poder de compra que sufrieron con la crisis financiera. En España, los salarios son bajos, con una media de 21.600€, un nivel que no se corresponde con ser la cuarta economía europea. Los salarios han crecido por debajo de la productividad, con lo que han perdido peso en el reparto de la renta. En esta legislatura, debe abordarse el incremento real de los salarios en el marco del diálogo social y en la negociación colectiva, y seguir reforzando el poder de negociación individual y colectivo de las personas trabajadoras.
    • Utilizar adecuadamente la información del observatorio de los márgenes de beneficio de las empresas (OMB), para conocer con detalle cómo se distribuye la renta y los canales de trasmisión de los aumentos de costes a precios. La información recogida por distintos entes oficiales (INE, AEAT, Banco de España, TGSS y Ministerio de Trabajo y Economía Social) hace posible su agrupamiento en aras de ayudar a la toma de decisiones y para conocer la evolución de los márgenes empresariales, de igual modo que otras fuentes permiten conocer la de los salarios. El OMB debe permitir, asimismo, reducir la asimetría de información existente y mejorar el conocimiento de los procesos de trasmisión de costes a precios, convirtiéndose en una herramienta central de la política de lucha contra la inflación. Igualmente, el OMB debe facilitar que los agentes sociales adapten sus reivindicaciones laborales en la negociación colectiva y el reparto de dividendos a la situación de cada empresa; para ellos, se reforzarán la coordinación macroeconómica y la defensa de la competencia.
    • Crear un bono de emergencia para la compra de su vivienda habitual dirigido a los hogares hipotecados a tipo variable, que sufren la fuerte alza de los tipos de interés del BCE. La cuantía del bono será de 1.000€ por hogar y ayudará a sufragar una parte del aumento de la hipoteca. Beneficiará a los hogares que se hipotecaron a tipo variable en los últimos diez años por un importe de hasta 250.000€, y precio de compra de hasta 300.000€, que son los que tienen una mayor carga de intereses (un millón de hogares) con un coste global de mil millones de euros que se financiarán con cargo al impuesto extraordinario a la banca.
    • Establecer de forma obligatoria la portabilidad de hipotecas. las rápidas, contundentes y permanentes subidas de los tipos de interés que ha llevado a cabo el BCE están provocando incrementos de las cuotas hipotecarias inasumibles para muchos hogares con hipotecas a tipos variables. La propuesta de portabilidad de las hipotecas de tipo variable a tipo fijo pretende romper el corralito de hipotecados en cada banco que ha logrado el sector para maximizar beneficios. Se trata, siguiendo la estela de la portabilidad telefónica que tan buenos resultados ha dado, de promover la portabilidad de hipotecas —por novación o subrogación—, obligando a que las entidades de crédito publiquen en la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sus ofertas de crédito 3hipotecario junto a los perfiles asociados para que cada cliente pueda decidir saltar al que se ajuste mejor a sus características y posibilidades.
    • Mejoraremos la información de los alquileres y estableceremos precios de referencia. esta propuesta pretende mejorar el funcionamiento del mercado del alquiler de vivienda por dos vías. La primera de ellas es mejorar el conocimiento sobre la evolución de los alquileres estableciendo un pago mensual a cuenta en el IRPF del 0,1% de los ingresos percibidos por alquileres, para conocer con precisión casi censal y en tiempo real cómo evoluciona el precio de los alquileres en España. La segunda es establecer unos precios de referencia para las zonas tensionadas equivalentes al 30% de la renta de los hogares que alquilan, eliminar las deducciones fiscales en el IRPF de los alquileres que se sitúen por encima del precio de referencia y establecer un recargo en el impuesto de sociedades para los fondos y empresas que alquilen viviendas por encima de los precios de referencia o los destinen a alquiler turístico.
    • Establecer una cesta de la compra básica a precios asequibles, variada y de calidad, que permita el acceso de todas las familias a bienes esenciales y, a la vez, contribuya al objetivo de contención de la inflación. Existen ya algunas experiencias internacionales en este sentido, que requieren el impulso político necesario y el liderazgo impulsado desde el Gobierno.
    • Transformaremos en una política de transporte permanente la reducción del precio de los abonos de transporte para desplazamientos recurrentes, al trabajo o a los centros de estudio y con la cofinanciación de las comunidades autónomas y la Administración local. Es una medida que reduce el coste del transporte, mejora el poder adquisitivo de las personas e impulsa un necesario cambio de modelo que impulse el transporte colectivo, que es un instrumento imprescindible para enfrentarnos a los desafíos de la crisis climática.

1.1.3. Avanzar en la igualdad de género en el mercado laboral y en los cuidados

  • Avanzar en la igualdad de género en el mercado laboral y en los cuidados
    • Garantizaremos tanto el derecho al cuidado como su corresponsabilidad. el cuidado de las personas es un trabajo no remunerado que asumen de forma desproporcionada las mujeres, lo que afecta negativamente a su vida personal y penaliza su trayectoria laboral. El estado de bienestar debe asumir la garantía del derecho a los cuidados dignos, dotando de presupuesto a las políticas públicas de fomento de la igualdad. Para ello, se propone hacer remunerado y ampliar a diez semanas hasta los doce años el recientemente creado permiso parental, similar al existente en otros países de la UE; remunerar el permiso de cinco días para cuidado de familiares y ampliar el permiso de baja por maternidad para las familias monomarentales hasta las 32 semanas.
    • Cerraremos las brechas de género que cruzan de forma transversal el mercado laboral. Para contrarrestar el carácter abrumadoramente femenino de la jornada parcial involuntaria, las mayores tasas de temporalidad en los contratos y las mayores dificultades del acceso al empleo, son necesarias políticas específicas. La desigualdad económica vinculada a la brecha de género está muy relacionada con el ámbito de los cuidados, especialmente en el caso de las familias monomarentales. Además de promover la corresponsabilidad en los cuidados, deben adoptarse también medidas para permitir su conciliación con la carrera profesional, como flexibilizar los horarios de trabajo, facilitar el teletrabajo, normalizar el trabajo a tiempo parcial en puestos estructurales cualificados y garantizar el acceso universal y gratuito a escuelas infantiles de cero a tres años.
    • Eliminación de las diferencias salariales de género, aplicando con carácter general el principio de que al mismo trabajo debe corresponder igual salario. Para ello es necesario impulsar el poder negociador de las mujeres a través de una mayor transparencia y publicidad de los salarios por tipo de empleo y características de las personas trabajadoras; realizar un seguimiento de los niveles salariales en los sectores más feminizados, de cara a evitar menores salarios en estos sectores; reforzar el control horario con el fin de suprimir las falsas jornadas parciales; y crear un observatorio de la brecha salarial de género que ayudará a medir y evaluar la efectividad de las políticas.
    • Inversión en infraestructura social. es necesario continuar incrementando la inversión en el Sis4tema de Atención a la Dependencia que posibilitan los fondos Next Generation, desarrollando simultáneamente un nuevo modelo de cuidados centrados en la persona. Se han destinado en torno a tres mil millones de euros al cambio de modelo residencial, y se prevé una inversión de alrededor de mil millones de euros para el impulso de escuelas infantiles de primer ciclo. Es necesario seguir avanzando en este sentido para consolidar el papel del Estado corresponsable en los cuidados. En este sentido, aceleraremos la creación de nuevas plazas públicas en escuelas infantiles de primer ciclo hasta alcanzar una cobertura del 90%. Igualmente, es necesario profesionalizar y modernizar, mediante la digitalización, el sector de los cuidados sanitarios y la dependencia. Esto se hará con la introducción de soluciones tecnológicas para fomentar el cuidado a domicilio recurriendo al diagnóstico remoto o los dispositivos de monitorización.

1.1.4. Política industrial para la transición energética y el empleo

  • Política industrial para la transición energética y el empleo
    • Impulso una política industrial para la transformación económica, aprovechando el contexto global de relocalización que se está produciendo a nivel mundial para impulsar la industria en nuestro país como vector de desarrollo económico. Esta nueva política se desarrollará desde la perspectiva del Estado emprendedor, con un papel estratégico por parte de la Administración en su implementación y en la selección de sectores y proyectos. Con ello se pretende dar un empuje direccional a los esfuerzos productivos y establecer objetivos medibles de desempeño económico en estos sectores. La reindustrialización buscará la diversificación económica de todos los territorios. Se institucionalizará un sistema de gobernanza que asegure la coordinación permanente de todos los agentes y la coherencia del conjunto de políticas públicas en torno a los propósitos últimos que se establezcan. Y se implementará la condicionalidad quid pro quo en las ayudas e inversiones públicas que se pongan en marcha, para exigir a las empresas perceptoras el desempeño de actuaciones social, fiscal y medioambientalmente responsables, entre las que se incluirá el mantenimiento del empleo y la inversión a largo plazo, el cumplimiento de estándares de sostenibilidad y la implementación de planes de igualdad.
    • Promoveremos un proceso de reindustrialización en españa y de aumento del empleo de calidad mediante el impulso de la transición energética, en el actual contexto de revisión de la globalización. Con la política industrial adecuada, España puede ofrecer, a industrias estratégicas de alto valor añadido, ventajas relacionadas con la energía, como la garantía de suministro o su potencial para la producción de energía renovable a un precio reducido (energía solar, eólica terrestre o hidrógeno verde). Esta estrategia competitiva supondrá el abandono definitivo de los intentos pasados —y fallidos— de competir mediante devaluaciones salariales, y convertirá a nuestro país en un foco de atracción de industrias de calidad más que un exportador de energía barata. Este proceso se hará asegurando el equilibrio territorial, de forma que no haya territorios que contribuyan a la producción de energías renovables sin beneficiarse al mismo tiempo de las ventajas de la industrialización y la creación estable de buenos empleos.
    • Implementaremos un plan nacional de transición energética, para reducir drásticamente las emisiones de CO2, reducir la dependencia externa de los combustibles fósiles, democratizar el sistema de producción y distribución energética y abaratar los precios de la energía. Contendrá los siguientes elementos: 1) Rehabilitación de 500.000 viviendas al año, abordando el aislamiento térmico así como la instalación de sistemas de calefacción, refrigeración y agua caliente eficientes (el objetivo es que cada vivienda rehabilitada reduzca en un 50% la demanda de energía y ahorre un promedio de 400€ anuales en la factura del consumo energético). 2) Ley de Tejados Solares, que facilite e impulse el desarrollo de la energía fotovoltaica en los tejados de edificios y comunidades de propietarios. 3) Refuerzo del ritmo inversor en energías renovables del periodo 2021-2023 para afianzar la posición de liderazgo de nuestro país en el sector. 4) Ley de Financiación del Transporte Colectivo, Público o de Bajas Emisiones, para avanzar en una movilidad sostenible que reduzca el uso del vehículo privado (especialmente en las ciudades) y siga desarrollando la electrificación del parque móvil, con el objetivo de que en 2040 no circulen en España vehículos con motores de combustión interna. 5) Facilitar el autoconsumo y las comunidades energéticas locales. Uno de nuestros objetivos debe ser garantizar una transición energética justa hacia un modelo basado en las energías renovables, a la vez que se asegura la preservación del paisaje y del modelo tradicional de producción en el medio rural.
    • Gobernar la digitalización. la revolución digital en marcha va a suponer un importante vector de aumento de la productividad gracias a la eliminación de intermediarios y la sustitución de trabajos físicos, repetitivos o formalizables por robots y softwares de gestión. Estos incrementos de productividad deben invertirse en facilitar transiciones suaves y justas entre los empleos que desaparezcan y las nuevas ocupaciones que nazcan. Así como en transformar el tiempo de trabajo en tiempo de ocio y descanso para disfrutar una buena vida. Otros cuatro retos que plantea la digitalización son, en primer lugar, la fiscalidad de los beneficios derivados del nuevo valor intangible generado por las redes sociales digitales y sus bases de datos masivos y su facilidad para ser deslocalizados en territorios de baja tributación. En segundo lugar, es crítico preservar los derechos laborales de las personas trabajadoras vinculadas a plataformas digitales, B2B y P2P, que se encuentran amenazadas por el intento de algunas empresas de transformar su relación laboral en una relación laboral por cuenta propia. En tercer lugar, las políticas públicas deben garantizar la accesibilidad a una digitalización universal para evitar las brechas digitales, que son uno de los factores que más contribuyen a la desigualdad y a la exclusión social. En cuarto lugar, la transición digital debe ser complementaria en todo momento con la transición verde, reduciendo la huella ecológica y el consumo masivo de materias primas críticas asociados a la digitalización.
    • Introducción, de forma efectiva, del principio de autonomía estratégica en las decisiones de política industrial, no solo en situaciones de crisis, sino de modo estructural. Esta autonomía estratégica se entiende como la capacidad de garantizar el funcionamiento mínimo de los sectores básicos del aparato productivo y de las necesidades básicas de la población española, al margen de las decisiones que puedan tomar los actores internacionales. Las reconversiones del aparato productivo español han reducido la soberanía económica en muchos sectores básicos. Asimismo la ruptura de las cadenas de producción y de algunos suministros durante la pandemia, en el momento de abrirse las restricciones y tras la invasión de Ucrania, pone de manifiesto los riesgos que supone ignorar este principio en la especialización de nuestro aparato productivo. Especialmente, en presencia de riesgos tan importantes como el cambio climático, se considerará fomentar la soberanía agroalimentaria nacional, por su papel fundamental en la economía del sector agroalimentario español y sus singulares ventajas comparativas.
    • Crearemos el banco de inversión para la nueva economía (bine), un ente público de inversión, en línea con modelos implantados en nuestro entorno similar, como el Kredintanstalt für Wiederaufbau (KfW) alemán. El BINE será una herramienta fundamental para impulsar la inversión pública y privada en España hacia la modernización económica, en concreto hacia la transición ecológica y la reindustrialización, contribuyendo al desarrollo de proyectos industriales y empresariales. Será el encargado de canalizar los recursos necesarios para financiar proyectos innovadores y sostenibles en diferentes sectores con el fin de mejorar la competitividad y el desarrollo económico del país. También tendrá un papel prioritario en la financiación de un parque amplio y profundo de vivienda pública o protegida, así como de la rehabilitación de la vivienda existente. Para su puesta en marcha se impulsará una simplificación y mejora de la arquitectura financiera pública estatal, partiendo de instituciones ya existentes como ICO, COFIDES, CDTI, ENISA, entre otras, con el objetivo de mejorar la eficiencia, ampliar su alcance y aumentar recursos disponibles.
    • Transformaremos la sociedad estatal de participaciones industriales (sepi) en una verdadera agencia Industrial Pública. España tiene una oportunidad excepcional para transformar su estruc6tura productiva y la nueva política industrial también requiere la implicación estratégica del sector público empresarial. La Agencia Industrial Pública dependerá del Ministerio de Industria y no del Ministerio de Hacienda. Sus empresas —las actuales o las que sea necesario crear— tendrán entre sus objetivos contribuir de manera coordinada a la transformación estructural del modelo productivo español, incluyendo en su caso la participación en los PERTE impulsados a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
    • Incentivo de la circularidad de la economía. el modelo económico de españa es especialmente lineal y altamente consumidor de recursos naturales, lo que implica costes ambientales a lo largo de toda la cadena de valor, además de una mayor dependencia externa. La fiscalidad puede desempeñar un papel fundamental a la hora de estimular un cambio en el diseño, fabricación y uso de bienes que garanticen su circularidad. En este sentido, de forma similar a lo que hacen otros Estados, se revisará el Impuesto sobre el Valor Añadido para aquellos productos de larga duración, así como para aquellos servicios de reparación, de segunda mano y de alquiler que fomenten la circularidad.

1.1.5. Más competencia para evitar el abuso de poder de las grandes empresas

  • Más competencia para evitar el abuso de poder de las grandes empresas
    • Limitaremos el poder de los oligopolios, combatiremos la concentración excesiva y promover la competencia en los mercados con una regulación y supervisión adecuadas. El abuso de poder de algunas grandes empresas perjudica a la democracia, al funcionamiento de la economía y a los intereses de la mayoría de la sociedad. Las ventajas tecnológicas, productivas, comerciales o financieras que reciben no se traducen muchas veces en menores precios para sus clientes (otras empresas y consumidores), sino en beneficios extraordinarios para ellas. Además, tienen, en la mayoría de los casos, una capacidad de influencia política que deteriora la democracia. Para evitarlo, son necesarias reglas claras e instituciones destinadas a asegurar el cumplimiento de las mismas. En este sentido, se revisarán la Ley de Defensa de la Competencia de 2007 y la de Ley de creación de la CNMC de 2013 para hacerlas más efectivas y con la firme voluntad de acabar con la impunidad de los abusos. Respecto a los organismos reguladores, se distinguirá entre una autoridad transversal de competencia, con funciones sobre todos los sectores además de una mayor capacidad sancionadora y autoridades reguladoras especializadas en mercados concretos. Todos sus miembros serán nombrados por el Congreso. Esto implica recuperar la Comisión Nacional de las Telecomunicaciones, la Comisión Nacional de la Energía y crear una Comisión Nacional de otros sectores con actividades en red. La especialización y capacitación técnica es fundamental para dotar al Estado de soberanía real sobre la regulación.
    • Garantizaremos los instrumentos necesarios para intervenir directamente en mercados afectados por prácticas desleales o no competitivas, que pongan en peligro los suministros o provoquen inflación y sobrecostes para los hogares y para otras empresas. La vivienda, el crédito, la luz, el agua o la cesta básica de alimentos, entre otros, son bienes de interés general, y el acceso a los mismos debe garantizarse mediante precios que respondan a sus verdaderos costes. Además de las medidas anteriores para proteger la competencia, esto debe asegurarse también a través de la regulación y de nuevos sistemas selectivos de control de precios para evitar la propagación de espirales inflacionarias en mercados altamente concentrados, como el ejemplo del tope al precio del gas aplicado con la denominada «excepción ibérica».
    • Reducción del poder del oligopolio eléctrico, abaratamiento el precio de la electricidad y lucha contra la pobreza energética. Para ello, se desarrollarán las siguientes medidas. 1) Reforma del mercado eléctrico mayorista para sustituir el actual mecanismo marginalista y terminar así con los beneficios caídos del cielo, lo que permitirá el abaratamiento permanente del suministro eléctrico para hogares y empresas. 2) Reforma de la Ley del Sector Eléctrico para separar la actividad de distribución de energía eléctrica de las de generación y comercialización, evitando así conflictos de intereses y abusos de posición dominante. 3) En las subastas futuras que se realicen para fomentar la instalación de generación eléctrica renovable se reservará una cuota específica para instalaciones renovables promovidas por entidades locales, ciudadanas o cooperativas para el consumo eléctrico de proximidad. 4) Con el objetivo de incentivar el ahorro y la eficiencia, en ningún caso el término de potencia podrá representar más del 25% de la parte de la factura destinada a cubrir los costes regulados. 5) Se creará una empresa pública de energía que incluya la gestión de las centrales hidroeléctricas, propiedad del Estado, según vayan finalizando las concesiones, estableciendo los mecanismos adecuados que permitan a las zonas afectadas por la instalación de estas centrales un mayor beneficio económico, como fórmula de compensación por la servidumbre soportada durante décadas. 6) Se reformará el bono social eléctrico y térmico para que la solicitud y la renovación sean automáticas.
    • Protegeremos a los clientes de las entidades financieras, regulando los rendimientos de los depósitos bancarios y recortando las comisiones bancarias. El sector financiero es uno de los más concentrados y esto provoca que, tras la subida de tipos del BCE, suban las hipotecas pero no la remuneración de los ahorradores. Por ello, se establecerá un mecanismo para vincular los intereses de los depósitos a los intereses de los préstamos. Esto evitará tanto las prácticas oligopólicas como eventuales fugas de depósitos que puedan ocasionar crisis de liquidez en entidades financieras. Por otro lado, es necesario limitar las comisiones bancarias, que han crecido también como consecuencia de la elevada concentración del sector y de la falta de competencia. Con la subida de los tipos de interés, los bancos ya están obteniendo importantes beneficios prácticamente sin necesidad de conceder créditos, solo depositando liquidez en la facilidad de depósito del BCE. No necesitan tener ingresos adicionales a través de elevadas comisiones.
    • Refuerzo de los sistemas de control y supervisión bancaria, de manera jurídicamente compatible con el Derecho de la Unión Europea. Para ello se creará una autoridad independiente de supervisión, adscrita al Banco de España, y se llevará a cabo la regulación profesional del cuerpo de inspectores y auditores informáticos de entidades de crédito, garantizando el acceso a esta función mediante un sistema de oposición que asegure la cualificación e independencia de inspectores y auditores, de manera análoga al resto de personal funcionario de la Administración General del Estado.
    • Acabaremos con la exclusión financiera que provoca el cierre de oficinas y cajeros en los territorios con poca población. Esto deja sin servicios a cientos de miles de personas, vulnerando así sus derechos. Para ello, en primer lugar, se regularán, con el acuerdo con las comunidades autónomas, los umbrales mínimos de servicios básicos que deben prestar las entidades bancarias por territorio, para asegurar que todas las personas del país tengan acceso a ellos. En segundo lugar, se garantizará el derecho de las personas usuarias que lo necesiten o lo deseen a realizar sus gestiones de forma personal en las oficinas bancarias en las condiciones adecuadas, tanto en términos de horario como de servicios prestados.
    • Recuperación las competencias financieras para la empresa sociedad estatal correos y telégrafos. Del mismo modo que debe prestar el servicio postal universal en todo el territorio, incluirá también entre sus funciones la prestación de servicios financieros minoristas de ahorro y depósito en todas sus oficinas. Esto contribuirá tanto al objetivo de reducir la concentración bancaria y aumentar la competencia en el sector, como a que todas las poblaciones y municipios puedan acceder a servicios financieros básicos y evitar así la exclusión financiera. Esta medida, junto a la creación del banco de desarrollo industrial a partir del ICO, permitirá recuperar una banca pública en España.

1.1.6. Más productividad y reforma empresarial

  • Más productividad y reforma empresarial
    • Pondremos en marcha una estrategia integral para aumentar la productividad, con más recursos públicos y sobre todo privados, de I+D+i hasta alcanzar el 2,1% del PIB. Potenciando así las activi8dades industriales y los servicios de mayor valor añadido, con empresas de mayor tamaño que se integren en las fases de mayor generación de valor en las cadenas globales de producción. Se fomentará la formación permanente de todas las personas en la estructura de las empresas, así como una mayor vinculación con la Universidad y con los demás centros de investigación y conocimiento de nuestro país. Se apuesta así por la permanencia, por la estabilidad laboral y por carreras profesionales más largas vinculadas al proyecto empresarial.
    • Creación del consejo de la productividad de españa. siguiendo la recomendación de 2016 del Consejo Europeo, y como ya han hecho otros diecinueve países de la UE, este órgano integrará a los distintos niveles de la Administración pública con competencias relacionadas con la materia, a las organizaciones empresariales, a los sindicatos, a universidades, a institutos de investigación y a especialistas de reconocido prestigio. Emitirá informes y recomendaciones sobre aquellas políticas necesarias para impulsar la productividad y hará un seguimiento de sus resultados.
    • Reforma de la estructura empresarial, como instrumento para el cambio de modelo productivo, con el objetivo de aumentar la productividad y la capacidad de innovación, generar más valor, crear más y mejor empleo, más riqueza y más bienestar. Necesitamos empresas más grandes, que trabajen en red, abiertas a la participación de los trabajadores, más democráticas, con mayor responsabilidad social, más comprometidas con la transformación verde y digital. Hay que compensar el menor tamaño empresarial con estrategias de colaboración sectorial, utilizando instrumentos como los clústeres o los distritos industriales, que permiten mejorar la productividad de cada una de las empresas de forma individual, del sector en su conjunto y del territorio en general.
    • Favoreceremos el aumento del tamaño medio de las empresas. el crecimiento de las empresas medianas se encuentra muchas veces limitado por el excesivo poder de mercado de las grandes, lo que dificulta a las más pequeñas el acceso a redes más extensas y el aprovechamiento de sinergias. Por eso, hay que actuar con determinación para impulsar la competencia e introducir nuevos procedimientos que permitan a las pequeñas empresas acceder en mayor medida y en mejores condiciones a la licitación pública, por ejemplo incorporando cláusulas sociales que favorezcan a autónomos y pymes, o reduciendo la subcontratación a una parte residual de la licitación. También debe replantearse el papel de las sociedades de garantía recíproca para impulsar este crecimiento y crear un fondo de capitalización público orientado precisamente a tal objetivo, así como impulsar los servicios de apoyo a startups y scaleups.
    • Democratizaremos las empresas, introduciendo mecanismos de mayor participación de las personas que trabajan en ellas. Se mejorará así nuestra capacidad para frenar el aumento de las desigualdades, la precarización de una parte de las clases medias y trabajadoras y regular la normalización de ganancias extraordinarias por las personas más ricas. Al introducir más democracia y resituar el papel de las personas trabajadoras en la empresa, más allá de la negociación colectiva, se incorporan a la agenda política propuestas de cambio estructural que permiten corregir las desigualdades que se dirimen en el conflicto entre capital y trabajo. La experiencia muestra, como en el caso de las empresas cooperativas y de economía social, no orientadas exclusivamente a la retribución del capital, que un mayor desarrollo de mecanismos de participación de las personas trabajadoras en la empresa favorece la innovación y aumenta la productividad. Por esos motivos se reforzarán las ayudas, el soporte financiero y las condiciones normativas de la economía social, cooperativa y solidaria (consumo ecológico, turismo solidario, agricultura ecológica, banca ética, etcétera) como una de las vías más eficaces y resistentes para la democratización de las empresas.

1.1.7. Más igualdad y mejor protección social

  • Más igualdad y mejor protección social
    • Implementaremos una «herencia universal». las políticas de protección a la ciudadanía puestas en marcha con la crisis del COVID-19 han logrado que, por primera vez en nuestra historia, la desigualdad y la pobreza hayan disminuido rápidamente después de una crisis. Pero hay que seguir actuando para que España deje de ser uno de los países más desiguales de la UE. Para ello, se propone implementar, financiada con un nuevo impuesto a las grandes fortunas, una «herencia universal» de 20.000€, que se hará efectiva al cumplir los 23 años, para ayudar a las personas jóvenes a seguir formándose, iniciar su andadura profesional e independizarse.
    • Garantía de la suficiencia de las pensiones y refuerzo del sistema público. Durante esta legislatura se ha garantizado por ley, por fin, una reivindicación histórica: la actualización automática de las pensiones de acuerdo con el crecimiento del IPC para asegurar el poder adquisitivo de las mismas. Este compromiso se mantendrá de forma absoluta, pero además se subirán por encima del IPC las pensiones mínimas y las pensiones no contributivas, hasta que su cuantía alcance, al menos, el umbral de la pobreza. También se seguirá reforzando el sistema público de pensiones con más ingresos, derivados tanto de los nuevos mecanismos de financiación como del aumento de cotizantes y de mayores bases de cotización.
    • Reforzaremos el compromiso presupuestario con el estado del bienestar en todos sus ámbitos de actuación, en línea con los principios del Pilar Europeo de Derechos Sociales. El objetivo debe ser llevarlo a niveles similares al de los países más desarrollados de nuestro entorno, en especial en ámbitos como la vivienda, la familia y la infancia o la atención a la dependencia. Las políticas sociales son un pilar fundamental del bienestar de la ciudadanía y un elemento central de la sostenibilidad del modelo económico de mercado, cuya presencia evita problemas de inseguridad económica, desigualdad y exclusión.
    • Aumento de la inversión en atención a la dependencia, la vida plena, y su intensidad protectora, financiando con cargo a impuestos los cuidados ofrecidos por el sistema. En los últimos tres años, la aportación de la Administración General del Estado a la financiación del sistema ha pasado de apenas el 15% a cerca del 30%. Sin embargo, el gasto público en cuidados de larga duración no supera el 1% del PIB, por debajo de la media del 1,5% de la OCDE y muy lejos del 3% de Países Bajos y los países nórdicos. Por ello, continuaremos incrementando la financiación estatal del SAAD hasta que alcance el 50%, asegurando que las comunidades autónomas mantengan su inversión en términos reales. Al mismo tiempo rediseñaremos, bajo principios redistributivos, el actual sistema de copagos para asegurar que todas las personas dependientes reciben una atención adecuada y suficiente independientemente de sus ingresos.
    • Facilitaremos y agilizaremos las transferencias sociales de carácter monetario, estableciendo mecanismos que permitan su automatización y su rápida distribución a las personas beneficiarias, con lo que se evitarán trámites burocráticos innecesarios. Se estudiará la forma de hacerlo a través de la Agencia Tributaria, lo que requeriría que todas las personas que perciban ingresos presenten una declaración. En cualquier caso, esto se hará sin que la medida suponga un aumento de la carga tributaria para las personas con ingresos más bajos. También se establecerán los mecanismos necesarios para que todas las personas tengan acceso a una cuenta bancaria donde recibir las ayudas a las que tienen derecho.

1.1.8. Una fiscalidad justa que impulse mejores políticas públicas

  • Una fiscalidad justa que impulse mejores políticas públicas

    Impulso de una profunda reforma del sistema fiscal español, para mejorar su progresividad y cerrar la brecha de ingresos sobre el PIB respecto a la media europea. La reforma estará orientada a que contribuyan más quienes hoy se esfuerzan menos (grandes empresas y patrimonios y rentas del capital, principalmente) y quienes incumplen con sus obligaciones tributarias. Esto permitirá, en primer lugar, implementar las políticas públicas que España necesita impulsar para atender los retos pendientes de transformación económica, reducción de la desigualdad y de la pobreza y la ampliación de los servicios públicos. De esta forma también se podrá converger con la media de la UE en el peso de los gastos públicos sobre el PIB. Esta estrategia es también la mejor garantía para la estabilidad fiscal, frente a la repetición del error de los recortes. A continuación, se recogen algunas medidas que se incluirían en esta reforma.

    • Implementaremos un impuesto a las grandes fortunas de forma permanente, reforzando además su progresividad, hasta llegar a tipos impositivos de al menos el 4% para los patrimonios más elevados. Los impuestos sobre la riqueza son justos en una sociedad en la que la desigualdad y la pobreza alcanzan niveles inaceptables, además de necesarios para financiar medidas como la «herencia universal». Ponerlo en práctica generará una importante redistribución y una mejora notable de la igualdad de oportunidades entre las personas jóvenes. En el impuesto sobre sucesiones y donaciones se establecerá un mínimo en el conjunto de España que las comunidades autónomas no podrán rebajar. Las herencias son una de las principales fuentes de desigualdad social. Por ese motivo, es necesario recuperar este impuesto en toda España para los herederos que superen los importes que se fijan como referencia en la ley estatal vigente.
    • Reforma, en profundidad, del impuesto de sociedades para aumentar la contribución, en especial, de las grandes empresas. Como medida inmediata se debe hacer efectivo el tipo del 15% sobre los beneficios de la empresa, en línea con lo establecido tanto por la OCDE en la denominada estrategia BEPS como en la Directiva 2022/2523 de la Comisión Europea, de tal forma que ninguna empresa tribute por debajo de este umbral, con independencia de las deducciones, exenciones, reducciones y beneficios a los que tenga derecho. Al mismo tiempo, la reforma del impuesto debe limitar la compensación de bases negativas de ejercicios anteriores; revisar y recortar las deducciones, exenciones y correcciones que aumentan la complejidad del impuesto para aproximar el tipo efectivo que pagan las empresas al nominal, evitando que sean las pymes las que realizan una mayor contribución fiscal; limitar las exenciones de dividendos y plusvalías de sociedades por su participación en sociedades filiales; revisar las excesivas ventajas en la consolidación de cuentas de los grupos internacionales; concretar nuevos criterios para definir el concepto de sede de dirección efectiva; modificar la norma anti-deslocalización, introduciendo el concepto de «jurisdicción no cooperativa» y concretando el criterio de «nivel impositivo efectivo considerablemente inferior».
    • Mantendremos los impuestos extraordinarios sobre las empresas energéticas y financieras mientras se aprueba e implementa completamente la reforma integral del impuesto de sociedades. El Estado ha desplegado cuantiosas medidas para compensar la pérdida del poder adquisitivo de las familias trabajadoras derivada de la subida de los precios y de las hipotecas. Es justo que quienes, por el contrario, se han beneficiado de la subida de los precios y de los tipos de interés contribuyan a sufragarlas.
    • Aumento de la progresividad del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). En primer lugar, ampliando el número de tramos a partir de 120.000€ y aplicando tipos marginales crecientes del 45% marginal actual se subirá por tramos hasta llegar al 52% para rentas a partir de 300.000€. En segundo lugar, seguir acercando los tipos de las rentas del ahorro a los de las rentas del trabajo. Este aumento afectará a rentas del capital a partir de 120.000€ para llegar, al menos, hasta un tipo del 30%. Además, es urgente eliminar el actual régimen de estimación objetiva y el régimen especial de IVA que este lleva asociado. En tercer lugar, conviene evaluar y eliminar aquellas deducciones del IRPF sin justificación económica, muchas de las cuales generan además una reducción de la progresividad del impuesto."
    • Modernización de nuestra imposición ambiental, para impulsar la obligatoria y urgente transición energética y la descarbonización de la economía, apostar por la sostenibilidad ambiental y obtener recursos adicionales. España va muy rezagada en el ámbito de la llamada «fiscalidad verde», es decir, la que favorece las buenas prácticas ecológicas y anima a reducir las prácticas perjudiciales para el medio ambiente. No podemos permitirnos seguir rezagados. Esta revisión, en el ámbito de la energía, de la movilidad, de las reducciones de gases de industrias y del transporte, del fomento de la economía circular o la agricultura ecológica, se hará teniendo siempre en cuenta sus efectos distributivos y estableciendo mecanismos de compensación a los colectivos más vulnerables económicamente con la finalidad de que la transición energética cumpla los principios de justicia distributiva.
    • Reducción del fraude fiscal y mejorar los instrumentos contra la corrupción. para aumentar los recursos a disposición de las políticas públicas que benefician al conjunto de la ciudadanía y, por justicia, es necesario continuar con una política decidida para evitar el fraude fiscal y la corrupción, así como para asegurar que todos cumplan con sus obligaciones tributarias, particularmente en lo que respecta a patrimonio y grandes fortunas. Asimismo, se analizará de forma continua la economía sumergida y se procurará eliminarla en cumplimiento de la Ley 11/2021, de medidas de prevención y lucha contra el fraude fiscal; se creará una base de datos fiscales única compartida entre Administraciones; se igualará el plazo de prescripción administrativa y penal a cinco años o diez años en los casos de delitos agravados, y se unificarán los umbrales y penas por los diferentes delitos fiscales y delitos agravados; se equiparará la plantilla de la AEAT a la media de los países europeos de nuestro entorno y se mejorará la independencia, autonomía, funciones y recursos operativos de la autoridad pública creada en la débil transposición realizada por la Ley 2/2023 de 20 de febrero de la Directiva 2019/1937 de la Unión Europea. Las agencias e inspecciones tributarias autonómicas trabajarán coordinadamente con la Agencia Estatal de Administración Tributaria y otros organismos exteriores para cooperar en la lucha contra el fraude y la evasión fiscal.

1.1.9. Una administración pública mejor dotada para el servicio a la ciudadanía

  • Mejora de la gestión de las prestaciones sociales y vuelta a la atención presencial plena.

    La reducción de las plantillas de trabajadores del sector público, como resultado de los recortes aplicados por Gobiernos anteriores, así como la eliminación de la atención presencial exigida por la política de distanciamiento social para luchar contra el COVID-19, han limitado el acceso a la atención presencial en la Administración pública para muchas personas, sin haber ido acompañada de una mejora suficiente del acceso por medios digitales. Esto provoca un peor servicio público.

  • Reforma de la ley de estabilidad presupuestaria
    • Es necesario reformar la ley en vigor, diseñada para institucionalizar la austeridad en España. Lo que se necesita, al contrario, es hacer compatible la sostenibilidad de las finanzas públicas y la estabilidad de la deuda con la inversión y el papel proactivo que debe tener la política fiscal para abordar las transiciones ecológica y digital e impulsar el pleno empleo. La experiencia de la última década pone de manifiesto que los efectos negativos sobre el crecimiento de los recortes de gasto acaban siendo contraproducentes para la estabilidad fiscal, que la política fiscal debe aplicarse con flexibilidad para adaptarse a las circunstancias, y que los efectos positivos de la inversión pública son la mejor fórmula para una reducción progresiva de las ratios de deuda.
1.1.10. Hacer de europa un motor del cambio
  • Hacer de europa un motor del cambio
    • Promoveremos una reforma más ambiciosa de las reglas fiscales europeas para abandonar definitivamente la austeridad y hacer de la inversión pública un elemento fundamental. Del mismo modo, deben reforzarse las políticas públicas y la capacidad de estabilización de las políticas fiscales. La propuesta formulada por la Comisión Europea en abril de 2023 contiene elementos positivos, pero mantiene otros elementos que deberían superarse. Las reglas no deben imponer requisitos uniformes de reducción del déficit y la deuda a corto plazo, sino centrarse en planes nacionales a medio plazo que garanticen unas finanzas públicas sostenibles mediante un crecimiento suficiente. Igualmente, la política fiscal y la inversión pública no pueden estar condicionadas por el mantenimiento de los límites arbitrarios del 3% de déficit y el 60% de deuda pública, que no tienen ningún fundamento económico. La reforma de las reglas fiscales debe aprovecharse también para abrir un debate sobre las funciones del Banco Central Europeo, en la línea del mandato dual de la Reserva Federal, y partiendo tanto de la experiencia positiva que ha supuesto su apoyo a la implementación de las políticas públicas durante la pandemia como del efecto negativo de las últimas subidas del tipo de interés.
    • Impulso, de forma permanente, de un mecanismo común para financiar las inversiones en bienes públicos europeos, como los relacionados con la transición ecológica, en línea con el Pacto Verde Europeo, la infraestructura social o la autonomía estratégica. La magnitud de las inversiones necesarias para abordar los desafíos de la transición ecológica o de la digitalización, para aumentar la autonomía estratégica de las economías europeas y asegurar que este proceso de cambio se hace de forma justa y con cohesión social es muy importante. La reforma de las reglas fiscales no contempla excepciones para asegurar que estas se pueden llevar a cabo por los Gobiernos nacionales y, además, muchas de estas inversiones tienen la naturaleza de «bienes públicos» para el conjunto de la UE. Dados los buenos resultados de los fondos Next Generation, se propone establecer de forma permanente una Agencia Europea de Inversión para financiar estas actividades, emitiendo para ello deuda pública europea.
    • Creación de un fondo europeo para hacer frente a perturbaciones cíclicas, como el programa SURE desarrollado durante la pandemia. Este instrumento de Apoyo Temporal para Mitigar los Riesgos de Desempleo en una Emergencia ha sido una experiencia exitosa, que ha permitido salvar millones de puestos de trabajo en la UE y alcanzar una recuperación más rápida. En España, contribuyó a financiar los ERTE. Proponemos establecer de forma permanente un mecanismo que permita financiar en mejores condiciones las políticas necesarias para hacer frente a este tipo de perturbaciones, incluyendo el posible establecimiento de un sistema europeo de aseguramiento frente al desempleo.
    • Impulsaremos tanto en la unión europea como en españa una reforma profunda de los indicadores de bienestar económico, más allá del producto interior bruto. Se trata de desarrollar una batería de indicadores que tengan en cuenta al mismo tiempo el bienestar social y los límites biofísicos del planeta, en la línea, por ejemplo, de la economía del donut o de la economía ecológica.

1.2. Consumo sostenible y con derechos

.1.2. Trabajo decente. mejorar la vida de las personas trabajadoras

La legislatura que acaba ha sido la más intensa en cuanto al avance y la recuperación de los derechos laborales en la historia de nuestra democracia: la reforma laboral, los ERTE, la subida sin precedentes del SMI, la recuperación de la protección por desempleo, la «ley Rider», la Ley de Trabajo a Distancia, las medidas de igualdad de género en el trabajo, la ratificación de la normativa internacional, etcétera.

Se ha hecho mucho y se han conseguido resultados espectaculares: los ERTE permitieron salvar 3,6 millones de puestos de trabajo y casi 600.000 empresas; la subida del SMI en un 47% ha logrado reducir las desigualdades salariales, en especial entre las mujeres y los más jóvenes. Los indicadores de desigualdad se encuentran en sus niveles más bajos desde 2007 y la brecha salarial de género se ha reducido 3,2 puntos en apenas dos años. Hoy hay más personas activas que nunca en nuestro país: 23,6 millones. El empleo ha crecido en casi 1,7 millones de afiliados a la Seguridad Social, alcanzando los 20,9 millones de afiliados. La afiliación femenina se encuentra en máximos históricos, con 9,8 millones de afiliadas, y los jóvenes superan los tres millones. Gracias a la reforma laboral, las personas afiliadas con contrato indefinido han aumentado en más de 3,3 millones en esta legislatura y aquellas con contrato temporal se han desplomado hasta los dos millones. El tipo de empleo que más ha crecido ha sido el indefinido a tiempo completo, en casi 1,9 millones, y el temporal a tiempo parcial se ha reducido en casi 900.000 personas. El 86% del total de los afiliados tienen ahora un contrato indefinido. Los menores de treinta años han sido los más beneficiados: han pasado de ser el 47% de los afiliados indefinidos antes de la reforma a ser el 79%, 32 puntos más. Esto ha permitido que la tasa de temporalidad se haya reducido en siete puntos en apenas un año y que la temporalidad del sector privado se sitúe, hoy, en parámetros europeos, en el 13,7%. Por último, el paro se ha reducido un 5,6%. La tasa de paro se sitúa en el 13,3%, la menor en un primer trimestre desde 2008. Por primera vez, el mercado de trabajo español no ha reaccionado ante las perturbaciones macroeconómicas destruyendo empleo, sino todo lo contrario: el mercado laboral es uno de los motores del crecimiento económico actual.

Queda, sin embargo, mucho por hacer. Hay que continuar un proceso que permita a las personas trabajadoras, también a las autónomas, de nuestro país vivir mejor y mirar el futuro con confianza. La clave de la próxima legislatura será culminar el Estatuto del Trabajo del siglo XXI:
● Un Estatuto porque queremos que el trabajo otorgue un estatus de ciudadaníacompleta, una ciudadanía en el trabajo.
● Del Trabajo porque este se presta de muchas formas y maneras y, aunque la centralidad del trabajo subordinado es indiscutible y se tiene que seguir reivindicando, como hemos hecho con la ley Rider, es necesaria una regulación que articule una red básica de derechos para todos aquellos que prestan actividades profesionales, desde los autónomos hasta los cooperativistas.
● Del siglo XXI porque es el momento de completar varias transiciones: la digital y la verde, pero también la transición democrática, para superar definitivamente las adherencias autoritarias de nuestro actual ET y garantizar que no haya espacios laborales ajenos a la participación, a la democracia, a la ciudadanía.

1.2.1. La sociedad del trabajo como proyecto de ciudadanía

1. Una ley de usos del tiempo para humanizar los trabajos

2.1.2. Derechos para todas y todos: la digitalización al servicio del trabajo decente
2.1.3. Avanzar en la mejora de las condiciones de trabajo y la garantía de los derechos laborales
  • Avanzar en la mejora de las condiciones de trabajo y la garantía de los derechos laborales
    • Llevaremos a cabo un control efectivo de la brecha salarial utilizando el algoritmo HER. Du rante la anterior legislatura desarrollamos los «instrumentos de la transparencia», como el registro retributivo, la valoración de puestos de trabajo o la auditoría salarial. Estos elementos pretenden darnos una medida de las causas y la magnitud de la brecha salarial para poder actuar sobre estas de forma más efectiva. Ahora es el momento de utilizar la información existente para llevar a cabo actuaciones específicas y quirúrgicas en esta materia. Todas las empresas deberán volcar la infor mación de sus registros retributivos (y, en el caso de las empresas que realicen planes de igualdad, también la información sobre la valoración de puestos de trabajo) en el sistema centralizado que se creará al efecto. La información contenida en dicho sistema será integrada en el algoritmo HER, a partir de cuya explotación se desarrollarán las actuaciones de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en materia de brecha salarial de género.
    • Estableceremos garantías para las personas trabajadoras frente al despido mediante un sistema restaurativo y disuasorio, así como mediante el reforzamiento de la causalidad en los supuestos de extinción de la relación laboral. Ello implica el derecho del trabajador a la readmisión o a la indemniza ción por despido improcedente, incluyendo el cese durante el periodo de prueba. En ambos casos, se reconocerá el derecho a una indemnización adicional que compense efectivamente el daño causado en atención a las circunstancias del despido y a la capacidad económica de la empresa.
    • Protección frente a las deslocalizaciones. la creciente globalización propicia también otros fenómenos (como la deslocalización de empresas) que tienen consecuencias negativas sobre el tejido productivo y el mercado de trabajo. Estas deslocalizaciones persiguen una reducción de los costes empresariales mediante el traslado de ciertas actividades productivas, con frecuencia in tensivas en mano de obra, hacia terceros países que cuentan con sistemas regulatorios débiles en materia fiscal, de seguridad industrial o laboral, o donde la supervisión de su cumplimiento efectivo es laxa. Las empresas que decidan el traslado de su actividad industrial, productiva o de negocio a territorios que no formen parte de los Estados miembros de la Unión Europea o de los Estados sig natarios del Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo no podrán adoptar medidas de despido colectivo, modificación sustancial de las condiciones de trabajo o inaplicación de condiciones de trabajo previstas en convenio; en caso de utilización de medidas individuales, deberán reintegrar las ayudas recibidas y serán penalizadas en el acceso a la contratación pública.
    • Protección a las personas empleadas del hogar. los avances decisivos que en esta legislatura se han producido en la protección de las personas empleadas del hogar deben continuar a través del desarrollo reglamentario de su derecho a la prevención de riesgos laborales y abordando otras cuestiones que no pudieron incluirse por motivos formales en el RDL 16/2022, especialmente el su puesto de las internas. Es preciso, también, avanzar en sistemas que permitan a la ITSS ser más efi caz en este ámbito y abordar la cuestión de las personas empleadas del hogar migrantes carentes de autorización, así como la de aquellas que prestan sus servicios en situaciones transfronterizas.
    • Seguiremos protegiendo el trabajo en la cultura. las medidas legislativas adoptadas durante esta legislatura para el desarrollo del Estatuto del Artista han de valorarse como históricas, particularmente las referidas al ámbito laboral (la modernización de la regulación de las relaciones la borales del personal artístico, técnico y auxiliar y el reconocimiento de una prestación especial de desempleo) y al de la seguridad social (compatibilidad de las prestaciones con otras actividades y especialidades en cotización). Pero aún queda trabajo por desarrollar;
      1) En la fiscalidad, asegurando un trato adecuado de los gastos y la compensación de ganancias en varios años, dado el carácter irregular de las rentas.
      2) En la regulación de las enseñanzas artísticas superiores y sus equivalencias con las enseñanzas artísticas profesionales.
      3) En el campo de las transiciones profesionales, estableciendo procedimientos y mecanismos que permitan procesos de reciclaje y formación paralelos a la protección social mientras se accede a otros ámbitos profesionales.
      4) En materias relativas a la compatibilidad y la adaptación de las ayudas por cese de actividad. Por otro lado, es necesario mantener en funcionamiento e impulsar los grupos de trabajo, previstos en la ley, relativos a las enfermedades de las personas artistas y al estudio del sistema de cotizaciones a la seguridad social. Finalmente, es preciso abordar un tratamiento global y holístico del mundo de la cultura que permi ta la adopción coordinada de medidas de distintos tipos, pero siempre con una doble finalidad. por un lado, convertir el sector de la cultura en un ámbito de desarrollo económico que incremente la cantidad y calidad del empleo y, por otro, convertir el mundo de la cultura, su actividad, su industria, sus personas en una referencia, en una marca de país."

2.1.4. Ni precariedad, ni discriminación

2.1.5. Trabajo de calidad, compatible con la formación y el estudio

  • Trabajo de calidad, compatible con la formación y el estudio
    • Prestaremos ayuda técnica a la solicitud y la gestión de ayudas a la formación. Los servicios de empleo dispondrán de una unidad específica que promueva y facilite la gestión para que desa rrollen, de manera real y efectiva, la formación para personas autónomas de actividad empresarial, personas socias trabajadoras y para el personal empleado.
    • Garantizaremos una oferta formativa específica para personas autónomas y socias trabajado ras. Los servicios de empleo, en coordinación con las entidades que representan a las empresas de economía social (cooperativas, sociedades laborales, etcétera), garantizarán anualmente en cada territorio una oferta formativa, preferentemente acreditable, mínima y ajustada a las necesidades de tales empresas y de las socias y los socios trabajadores. En todo caso, dentro de dicha formación se incluirá necesariamente la relativa a la gestión y la dirección de este tipo de empresas. Esta misma acción pública se extenderá a las personas trabajadoras autónomas, adaptándose a sus necesida des en relación con sus iniciativas empresariales.
    • Establecimiento de un crédito mínimo para formación y bonificaciones de la cuota. Se ga rantizará a las personas autónomas y a las empresas de pequeña dimensión un crédito mínimo para formación acreditable de las personas trabajadoras que empleen.Cuando la persona autó noma y, en su caso, un determinado porcentaje de las personas empleadas por tales empresas o personas autónomas hayan realizado formación acreditable en el año natural, se tendrá además derecho a una bonificación de la cuota correspondiente a formación profesional en el año pos terior. Se reconocerá el derecho a una bonificación en la cotización por contingencias comunes correspondiente a las horas que la persona trabajadora esté realizando formación acreditable. En el caso de que tal formación beneficie a personas trabajadoras temporales de la empresa, el cré- dito disponible se incrementará y se tendrá derecho a una bonificación adicional sobre la cuota por desempleo.
    • Reconoceremos un permiso anual para formación. las personas trabajadoras, incluidas las personas socias trabajadoras y autónomas de actividad empresarial, tendrán derecho a un per miso anual para formación acreditable. Durante dicho permiso, la empresa o la persona autónoma tendrán derecho a una bonificación de las cuotas empresariales y la persona trabajadora se consi derará en situación legal de desempleo a efectos de percibir prestación por desempleo durante la misma.
    • Reconoceremos el derecho a que hasta treinta días de la prestación por desempleo no se con sidere consumida y sí como días cotizados a las personas fijas-discontinuas que durante sus perio dos de inactividad realicen formación acreditable. En el caso de que dicha formación sea planifica da por su empresa, esta tendrá derecho a una bonificación en las cuotas empresariales.

2.1.6. Un trabajo autónomo por elección y con garantías

  • Un trabajo autónomo por elección y con garantías
    • Trabajo autónomo con garantías y valor reconocido, con prestaciones sociales adecuadas (jubilación, subsidio para mayores de 52 años, cese de actividad, con especial atención al cese por causas económicas, etcétera), con una fiscalidad que permita alcanzar un modelo de tributación más equitativo; con derechos formativos adaptados a sus necesidades; con derechos de concilia ción; con ayudas específicas para el establecimiento y el desarrollo de su actividad en entornos con riesgo de despoblación o con población envejecida; con medidas de orientación, acompañamiento y apoyo económico para impulsar iniciativas, en sectores emergentes y de energías renovables, la información y la comunicación, así como en la recuperación de oficios y servicios de proximidad.
    • Simplificaremos los trámites administrativos y de gestión, acelerando la digitalización de la Ad ministración, aplicando las nuevas tecnologías de la información para la coordinación entre admi nistraciones de manera que se acorten y se optimicen los plazos de puesta en marcha de la inicia tiva empresarial y desplegando, con la dotación económica correspondiente la Estrategia Nacional de Impulso del Trabajo Autónomo 2023-2027, con la participación de todos los ministerios.
    • Iniciativa joven con garantías. diseñar incentivos y ayudas específicas para las personas jóvenes que elijan lanzar una iniciativa empresarial individual o colectiva. Ampliar la aplicación de estos incentivos y ayudas a las mujeres que decidan emprender. Generar las alianzas público-privadas para garantizar el acceso a la financiación a jóvenes y mujeres. Activar todos los puntos públicos de orientación, formación y acompañamiento a la iniciativa empresarial. Fomentar las alianzas entre el talento joven y el talento sénior. Más conocimiento, más proyecto.
    • Ampliaremos la cultura de la prevención de riesgos en el trabajo autónomo con nuevos progra mas financiados públicamente para formar en la autoprevención de riesgos adaptados a la activi dad desarrollada, con tiempos de formación subvencionados, profundizando en la cultura del au tocuidado, con formaciones específicas en gestión de los usos del tiempo en el trabajo autónomo, con políticas públicas de apoyo a la salud mental en el trabajo autónomo.
    • Crearemos normas específicas de tributación para las personas autónomas y socias coope rativistas que realicen actividades empresariales y cuyas rentas no sean superiores a una deter minada cantidad económica anual. Estas normas recogerán el derecho a que se compensen los ejercicios negativos sin límite de tiempo (actualmente están limitados a los cuatro años siguientes, mientras que las sociedades no tienen límite temporal) y la tributación por el tipo inferior hasta cierta cantidad que sea superior a la actual de los primeros 12.500€. En el caso de que las personas autónomas que desarrollen actividades empresariales se agrupen con otras en una cooperativa de servicios, las bonificaciones en la cuota o el tipo impositivo especial serán mejorados en un deter minado porcentaje.

2.1.7. Una economía para las personas: más economía social

  • Economía social
    • Incentivaremos la promoción de proyectos empresariales de economía social, simplificando los trámites administrativos; eliminando trabas disuasorias a proyectos empresariales colectivos; for jando alianzas que garanticen el acceso a financiación privada (a través de finanzas éticas) y pública (mediante mecanismos de crédito e inversión estatales); desarrollando una legislación fiscal que tenga en cuenta el valor económico de la aportación social de estas empresas; consolidando y opti mizando mecanismos como la capitalización del desempleo; con ayudas específicas para las perso nas más jóvenes y para las mujeres; con recursos económicos focalizados en sectores emergentes como las energías renovables, la innovación tecnológica o la regeneración económica y social de entornos rurales y urbanos.
    • Apoyo a las empresas de economía social que incorporen a nuevas socias y a las personas que decidan adherirse a proyectos en marcha. Las personas más jóvenes comparten los valores propios de la economía social; trabajo activista para vivir mejor. Por ello, vamos a desarrollar una tecnología que automatice la detección de necesidades de empleo en las empresas de economía social para garantizar puestos de trabajo y el mantenimiento de empresas arraigadas en el territorio y sosteni bles en el tiempo, garantizando el relevo generacional; introduciendo reformas legales que garanti cen un desembolso gradual y adaptado a las capacidades económicas de las personas que quieren realizar la aportación inicial para ser socias de entidades ya constituidas; incentivando económica mente, y a través de cláusulas sociales en la contratación pública, a las empresas que incorporen nuevas socias, especialmente jóvenes y mujeres; apoyando, con el kit formación-aportación social, a las personas que elijan adherirse a proyectos de economía social.
    • Aplicaremos las nuevas tecnologías y algoritmos transparentes a la detección de empresas en riesgo de cierre por crisis económica o falta de relevo generacional y ponerlas al servicio de las personas trabajadoras que deseen continuar con la actividad empresarial como dueños de la em presa. Esto se llevará a cabo financiando la tecnología que permita identificar estas situaciones y poniéndola al servicio de las organizaciones sindicales y representativas del sector de la economía social para trabajar en el mantenimiento del empleo y la supervivencia de la empresa junto con las personas trabajadoras; activando simultáneamente los servicios públicos que garanticen el aseso ramiento, el acompañamiento y el apoyo económico de esta transición al empleo en la economía social.
    • Estrategia para la economía social española. se incrementará el presupuesto para financiar la implementación de las medidas acordadas con el sector en la Estrategia Española de la Economía Social 2023-2027. Se facilitará la identificación de productos y servicios de calidad que provengan de la economía social, un modelo replicable. Se desarrollarán políticas públicas que garanticen el acceso a la digitalización y a la internacionalización de las empresas de la economía social, hacién dolas más competitivas y fortaleciendo nuestro tejido económico y social a medio y largo plazo.
    • Relocalizaremos la producción y los servicios a través de empresas de economía social basadas en una inversión no especulativa. Se diseñarán estrategias públicas participadas para la relocaliza ción de la producción y los servicios arraigados en nuestro territorio de manera que se garanticen y se optimicen las cadenas de suministro (producción de chips y microchips; baterías de coches eléctricos; producción sostenible de cereal). Se apoyará económicamente la relocalización a través de empresas y redes empresariales de economía social. Se dará impulso a procesos de cualificación y recualificación para garantizar la generación de empleo y autoempleo de calidad, con especial atención en las zonas de mayor despoblación. Se promoverán alianzas científicas-productivas con el tejido económico social para garantizar la innovación permanente y la sostenibilidad de la activi dad empresarial relocalizada (por ejemplo, la innovación en los usos de los recursos hídricos y nue vas formas de movilidad).
    • Impulsaremos las empresas y los empleos de economía social en sectores emergentes a través de una regulación adecuada para las nuevas formas de organización ciudadana en torno a coo perativas de energía; para las nuevas formas de cooperativas de vivienda de cesión en uso, que permiten la organización de las personas para decidir cómo vivir su etapa activa tras la jubilación, o acceder a viviendas más asequibles y sostenibles.
    • Apoyaremos la labor de inclusión y de lucha frente a las brechas de desigualdad a través de empresas de economía social. Se implementarán las reformas legales necesarias para actualizar la regulación de las empresas de inserción y de otras entidades de economía social, para garantizar el cumplimiento de su objeto social; favorecer la inclusión de personas en riesgo de vulnerabilidad social a través de la generación de empleo de calidad. Se harán cumplir los porcentajes de reserva de la contratación pública para aquellas empresas de la economía social que acrediten su balance económico y su impacto social. Se incrementarán los porcentajes de reserva de la contratación pública para las empresas de la economía social que reinviertan la totalidad de sus beneficios en la propia entidad y en la mejora de su balance social.
    • Estableceremos incentivos a la calidad en el trabajo. aquellas cooperativas, y otras sociedades laborales, que acrediten el cumplimiento de los mínimos previstos en el convenio de aplicación al sector para sus socias y socios de trabajo tendrán derecho a una bonificación de la cuota por con tingencias comunes. En el caso de superar esos mínimos, dicho porcentaje se podrá elevar hasta un determinado porcentaje adicional.

2.1.8. Entornos laborales seguros y saludables

  • Entornos laborales seguros y saludables
    • Crearemos mecanismos eficaces que garanticen la protección de las personas trabajadoras, especialmente de las que desarrollan el trabajo a distancia. La creciente conectividad resultante de las tecnologías de la información y las comunicaciones ha hecho posible el teletrabajo, que aumen tó durante la crisis del COVID-19 y es probable que se mantenga junto a las modalidades de trabajo «híbridas». Ha facilitado una mayor flexibilidad en la organización del trabajo, ha preservado puestos de trabajo y ha mantenido la protección de las personas trabajadoras en muchos países durante la pandemia; pero también el teletrabajo puede ser fuente de un estrés importante si no se asegu ran y se respetan los límites al tiempo de trabajo y la protección para que las trabajadoras y los trabajadores puedan desconectarse, de conformidad con la regulación nacional y por acuerdo entre las partes. Los desafíos también incluyen la protección de los datos personales de las trabajadoras y los trabajadores y su derecho a la vida privada, el impacto de las decisiones automatizadas en los derechos laborales, en el empleo y en la asignación de tareas, así como la prevención de los riesgos de salud mental y psicosociales.
    • Protegeremos a todas las personas trabajadoras de la violencia y el acoso laboral. Tras la entra da en vigor en España del Convenio sobre la violencia y el acoso de 2019 (núm. 190), que amplía los márgenes de lo que es el acoso en el mundo laboral, deben realizarse los ajustes que sean precisos para establecer una ordenación jurídica integrada, que ofrezca un marco específico de prevención y de protección eficaz de todas las personas que sufren violencia o acoso laboral.
    • Promoveremos estrategias de seguridad y de salud en el trabajo con el propósito de garanti zar cero muertes y de prevenir las lesiones y las enfermedades relacionadas con el trabajo. Debe, asimismo, garantizarse el acceso a las prestaciones de seguridad social pertinentes, y desarrollar políticas y sistemas de gestión de la seguridad y la salud en el trabajo eficaces, incluyendo políti cas y sistemas que tengan en cuenta riesgos nuevos y los ya existentes. Trabajar no puede implicar arriesgar la vida y la salud, como por desgracia ocurre con demasiada frecuencia.
    • Adaptaremos el trabajo a las personas. para ello, se han de tener especialmente en cuenta las características particulares de cada persona que trabaja. En ese sentido, las mujeres, a pesar de lo dispuesto en las normas, no han tenido la suficiente mirada protectora específica que necesitan. Sectores muy feminizados, como el de cuidados o los servicios, presentan un preocupante aumen to de los riesgos psicosociales. Por otra parte, en sectores como la limpieza de edificios, peluquería o cosmética se utilizan productos cuyas consecuencias sobre la salud parcialmente se desconocen, por lo que se deben aumentar los controles, los análisis y la vigilancia sobre ellos. Hay riesgos emer gentes que atajar, como los que afectan a la salud mental, con especial incidencia en las personas trabajadoras del sector sanitario después de la pandemia, por lo que es obligado «cuidar a los que nos cuidan». Todo ello sobre la base de que el derecho a la salud y a la seguridad en el trabajo con diciona las facultades empresariales de organización del trabajo y de ordenación del tiempo de trabajo.
    • Garantizaremos una eficaz protección de la salud y la seguridad de las personas trabajadoras en las empresas con una plantilla inferior a cincuenta personas. El 97% de las empresas españo las tiene menos de cincuenta personas trabajadoras, siendo en este tipo de empresas donde se aprecia un menor cumplimiento de la normativa de prevención de riesgos. El 60% de los accidentes mortales se producen en empresas con menos de veinticinco personas trabajadoras. Es urgente hacer un esfuerzo especial para garantizar la protección eficaz de la salud y la seguridad de las per sonas trabajadoras en estas empresas; para ello, se creará la figura del delegado sindical territorial de seguridad. Es bien sabido, por otra parte, que en empresas de pequeño tamaño la representa ción sindical es mucho más débil que en las grandes, en las que el número de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales es precisamente mucho menor, no solo por su mayor capacidad para actuar en esta materia, sino también por la mayor vigilancia que la representación sindical de las personas trabajadoras ejerce sobre ellas.
    • Adaptación de la prevención de los riesgos laborales y el derecho a la salud a los desafíos que abre el cambio climático. Es necesario proteger a las personas trabajadoras ante las situaciones, cada vez más frecuentes, de altas temperaturas, a través, entre otras medidas, del establecimiento de protocolos y planes de actuación que tengan en cuenta las diferentes variables que conforman una situación de riesgo.

2.1.9. Avanzar en los derechos colectivos de participación democrática en las empresas

  • Avanzar en los derechos colectivos de participación democrática en las empresas
    • Cambiaremos el paradigma en la organización empresarial, transitando de la empresa jerár quica y oscura a la empresa transparente y participada; reforzaremos la eficacia de los derechos de información, consulta y negociación colectiva; y ampliaremos la tasa de cobertura de la ne gociación colectiva. La democracia no puede quedar a las puertas de las empresas, las personas trabajadoras y los sindicatos deben participar en la toma de decisiones ordinarias y extraordinarias en el marco de la empresa. La ampliación de la cobertura de los órganos de representación de las personas trabajadoras, mediante la modificación de la unidad electoral más allá del centro de trabajo, contribuye a la eficacia de los derechos legal o convencionalmente reconocidos y a mejorar las condiciones de trabajo.
    • Extenderemos el derecho de libertad sindical a los miembros de la guardia Civil. La existencia de un doble estatuto (policial y militar) de los miembros de la Guardia Civil ha provocado una situa ción de discriminación injustificada en relación con el resto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que sí tienen reconocido el derecho de libertad sindical. Solo si se les garantiza el derecho de liber tad sindical, los miembros de la Guardia Civil podrán defender adecuadamente sus legítimos intere ses profesionales y laborales de una manera real y efectiva.
    • Reconoceremos el derecho al uso colectivo y sindical de los medios informáticos de la empresa y de los canales de comunicación que aquella emplea con el personal a su servicio, sin más límites que los derivados de su uso razonable, garantizando el derecho a la transmisión de la información sobre temas laborales y sindicales como un derecho colectivo y sindical cuyo ejercicio no puede ser controlado por la empresa.

2.1.10. Defender la universalidad del derecho a la protección social

  • Asumiremos el reto de combatir la informalidad laboral y ampliaremos la protección social

    La informalidad sigue siendo un obstáculo importante y una de las causas profundas que impiden lograr una protección inclusiva, adecuada y eficaz de todas las personas trabajadoras. La economía informal tiene con secuencias negativas para el desarrollo de empresas sostenibles, incluidas las microempresas y las pequeñas y medianas empresas, los ingresos públicos y el ámbito de actuación de los Gobiernos. La protección social de las personas trabajadoras sigue siendo un desafío para muchas personas au tónomas, inclusive en la economía formal. Por otra parte, el riesgo de exclusión de la protección de las personas trabajadoras o de que esta sea inadecuada es mayor para aquellas que son objeto de discriminación por motivo de género o de otra índole, incluida la discriminación interseccional, así como para las personas trabajadoras de grupos profesionales o sectores específicos, o las que par ticipan en determinadas modalidades de trabajo, incluidas las personas trabajadoras del cuidado, del servicio doméstico y del sector agrícola. A su vez, determinadas modalidades de trabajo, como el empleo temporal, el trabajo en plataformas y el teletrabajo, que pueden haber brindado nuevas oportunidades para la creación y el acceso al empleo de las personas trabajadoras que se enfrentan a mayores barreras para entrar y permanecer en el mercado de trabajo, también plantean nuevos desafíos en el marco de la protección social.

2.1.11. Dignificar el empleo público, otra garantía de servicios de calidad para la ciudadanía social
  • Dignificar el empleo público, otra garantía de servicios de calidad para la ciudadanía social
    • Tomaremos en serio el estatuto básico de las personas empleadas públicas (ebep), haciendo efectivos sus derechos. Década y media después, el EBEP, que supuso algunos progresos impor tantes en derechos, no tiene en cuenta a millones de personas que prestan sus servicios como em pleadas públicas, pues las pocas leyes de función pública posteriores apenas lo han desarrollado. Hacer efectivos esos derechos mediante el desarrollo de un EBEP a la altura del siglo XXI será una prioridad.
    • Aseguraremos la estabilización real del empleo público, corrigiendo la precarización y pre viniendo de forma efectiva eventuales desviaciones futuras. Según la EPA, la temporalidad en el empleo público es del 30%, frente al 14% en el empleo privado. El éxito de la reforma laboral en la reducción del empleo público privado debe trasladarse al empleo público, haciendo realidad los procesos de estabilización abiertos al respecto e intensificando sus efectos, para que, al final de la legislatura, el porcentaje de temporalidad del empleo público sea análogo al del empleo privado, o incluso menor.
    • Garantizaremos que el derecho a la negociación colectiva de las personas empleadas públicas sea completamente equiparable al de las relaciones de trabajo privadas. El derecho a la negocia ción colectiva en el empleo público, en especial en lo que respecta al funcionariado, está plena mente reconocido en el derecho internacional sindical, y así aparece en el derecho español. Sin em bargo, los artículos 37 y 38 del EBEP establecen algunas restricciones en sus garantías de ejercicio efectivo que es preciso corregir a fin de que no haya derechos colectivos de primera y de segunda categoría en nuestro Estado constitucional social y democrático de Derecho.
    • Revigorizar el derecho a un entorno seguro y saludable de trabajo (y de teletrabajo) público, también con perspectiva de género. Las personas empleadas públicas tienen reconocido el mismo derecho a la protección de su seguridad y su salud en el trabajo que las personas empleadas pri vadas. Sin embargo, una vez más, cuando transitamos desde el plano del reconocimiento hasta el plano de las garantías efectivas (la protección practicada), la tutela de su derecho a la protección eficaz de su seguridad y su salud, también en los entornos de trabajo público más digitalizados, encuentra significativas restricciones, normativas y culturales, que han de corregirse, a fin de que la protección real sea equivalente en todos los trabajos, desde luego también en clave de género.
    • Establecer criterios sociales relacionados con el empleo de calidad en la contratación pública. 1) Regular los criterios para la acreditación de empresas y los pliegos de condiciones. Garan tizar la participación sindical en la elaboración de los pliegos de condiciones y en la adjudi cación de los contratos. Introducción de cláusulas sociales en materias como: empleo, salud laboral, medio ambiente, políticas de igualdad, subcontratación, revisión de precios, entre otras. 2) Introducir el concepto de solvencia social, previamente a la adjudicación, tanto como cri terio para la clasificación de empresas, como para las cláusulas de todos los pliegos de con diciones, con referencias a la obligación de cumplimiento de la normativa laboral general y el convenio colectivo de referencia. 3) Introducir el concepto de insolvencia social sobrevenida; en caso de incumplimiento rei terado de los requisitos de empleo, se resolverá anticipadamente la adjudicación. 4) Introducir el concepto de baja temeraria social: en los casos en los que una oferta no con temple el cumplimiento de la normativa laboral o el convenio colectivo de referencia, consti tuirá causa para la desestimación de la oferta.

3. La transición ecológica justa, el desafío de nuestro tiempo

1.3.1. Un país orientado a la transición ecológica justa

La pandemia del COVID-19 y la guerra de Ucrania, con sus consecuencias económicas, han supuesto desafíos imprevisibles en los últimos años, pero también una oportunidad. La oportunidad de hacer de España un país más resiliente, crear empleo, modernizar nuestra industria, mejorar nuestra competitividad y prepararnos para el futuro. Estamos en el momento de evitar soluciones a corto plazo y con poca visión de futuro y construir la España de las próximas décadas. En este proyecto de país, la transición ecológica justa jugará un papel central en lo económico, lo social, lo laboral, lo medioambiental y lo democrático.

La transición ecológica justa (TEJ) es el proceso de reorganización de la vida en común que tiene por finalidad garantizar una vida digna a todas las personas, en un planeta con límites ya superados, que compartimos y que estamos obligados a cuidar para las próximas generaciones.

El TEJ tiene los siguientes objetivos:
● Garantizar que todas las personas y comunidades puedan disfrutar de una vida segura y digna compatible con la restauración y la preservación de sus entornos sociales, naturales y territoriales.
● Descarbonizar el sistema económico y reducir la huella ecológica para compatibilizar la cobertura de las necesidades sociales con el abordaje del cambio climático y las biocapacidades nacionales y globales.
● Adaptar el universo del trabajo y empleo a las circunstancias de la crisis ecológica y climática y sus consecuencias sociales.
● Desplegar procesos que hagan frente a las situaciones de contingencia y urgencia derivadas de los efectos de la crisis ecológica y climática.
● Detener los principales procesos de destrucción ecológica, restaurar y favorecer la resiliencia de los ecosistemas clave del país y proteger la vida en el planeta.
● Transitar hacia modelos territoriales justos y sostenibles que generen nuevas relaciones de cooperación entre los ámbitos urbanos, rurales y naturales.
● Invertir en investigación y tecnociencia orientadas a resolver los retos que plantea una transición ecológica justa.
● Construir un soporte económico y financiero que haga viable la transición ecológica justa.
Con el fin de cumplir con estos objetivos, Sumar se presenta a las elecciones del próximo 23J con el firme compromiso de tomar medidas dirigidas a mitigar la crisis climática y ecológica, teniendo en cuenta los principios de justicia social, justicia distributiva y justicia participativa.

  • Más participación y conocimiento ciudadano en la transición
    • Incorporación de contenidos ecosociales en la educación formal. revisaremos el currículo educativo con criterios ambientales y ecosociales transversales, promoveremos la formación específica del profesorado en materia de crisis climática y crearemos materiales educativos abiertos a toda la ciudadanía. Con el debido respeto a la autonomía universitaria, se fomentará la inclusión de una asignatura sobre la crisis ecosocial, basada en evidencias, que sea obligatoria en todos los grados de la educación superior. Se fomentarán las actividades que conecten la naturaleza con la escuela, llevando a cabo la naturalización de los centros y promoviendo actividades en el exterior. Se revisará el Libro Blanco de Educación Ambiental, con especial atención a la crisis climática, en el marco de una estrategia nacional, refrendada en un congreso estatal, y coordinada con las actuales estrategias regionales de educación ambiental. La estrategia nacional será uno de los marcos referenciales para la acción de gobierno en todos los ministerios. Se alentará la formación interna en las grandes empresas en materias de sensibilización y educación ambiental ante la crisis climática. Se obligará a tener educadores ambientales en municipios de más de diez mil habitantes. Se fomentará la calidad y la estabilidad del empleo de los y las profesionales de la educación ambiental.
  • Una administración innovadora para la tej

    Se reformará la función pública para mejorar y garantizar la capacidad administrativa, estratégica e innovadora del Estado en el marco de la TEJ, sin necesidad de depender de grandes consultoras.

    • Una administración a la altura del reto. se lanzará una oferta de empleo público de perfiles necesarios para la transición ecológica (economía, planificación energética, evaluación ambiental y políticas públicas ecologistas, entre otros) para que el sector público atraiga y consolide el talento necesario para liderar la TEJ.
    • Observatorio de control del greenwashing: se designará un organismo independiente de ámbito estatal, bien existente o de nueva creación, para el control del lavado verde de las grandes empresas con las siguientes competencias; Elaborar campañas de sensibilización para la identificación del marketing verde. Denunciar ante las autoridades administrativas o judiciales oportunas la publicidad falsa o engañosa que confunda a las personas consumidoras. Capacidad para intervenir en la modificación de normas existentes que tengan relación con el greenwashing.
    • Oficina de transición energética justa. para conseguir que los recursos movilizados para la transición ecológica lleguen a quienes más lo necesiten, proponemos la creación de la oficina de transición energética justa (OTEJ). Un organismo dependiente del IDAE que en un inicio se establecerá, principalmente, en forma de sede electrónica, pero con el objetivo, a final de legislatura y en convenio con los Ayuntamientos, de contar con sedes presenciales en municipios de más de 50.000 habitantes y servicios itinerantes en el resto del país. Entre las tareas de la OTEJ estarían; Funcionar como una ventanilla única que permita agilizar todos los trámites relacionados con autoconsumo y rehabilitación. Catalizar la obtención de ayudas para la rehabilitación energética y el autoconsumo (especialmente en forma comunitaria) a aquellos que más lo necesiten. Asesorar activamente en materia de ahorro energético y de recursos, tanto en el ámbito residencial como en el del comercio y la industria (talleres de factura de la luz, ahorro y ecoeficiencia). Impulsar las comunidades energéticas. Asesorar a pymes y autónomos para informar y planificar la reducción de su huella de carbono a través del autoconsumo, comercializadoras verdes, etcétera. Y asesorarlos también para garantizar el acceso a productos financieros sostenibles, así como a subvenciones nacionales y europeas.
1.3.2. Ganar a la crisis climática: actuar con urgencia y responsabilidad
  • Reforzando la adaptación climática
    • Reforma de la ley de costas y gestión de inundaciones. reformaremos la Ley de Costas ampliando la zona de servidumbre de protección y, en aquellas comunidades autónomas en las que no se haya transferido la competencia de gestión de costas, reorientaremos las políticas urbanísticas no autorizando nuevas construcciones en zonas de riesgo por inundaciones o por aumento del nivel del mar. Se fomentará una política rigurosa de gestión de inundaciones basada en el respeto a las llanuras de inundación y a los sistemas de drenaje sostenible e inversiones para la mejora de las infraestructuras de las estaciones depuradoras de agua, con el objetivo de retener el agua torrencial y evitar así desbordamientos que contaminen los ríos y las playas. Efectuaremos un plan de inversiones contra la regresión de las costas y llevaremos a cabo la revisión de todos los impactos de las infraestructuras en la pérdida de playas.
    • Mapa nacional de vulnerabilidad climática y mejora climática de los servicios de protección civil. Se elaborará el Mapa Nacional de Vulnerabilidad Climática como herramienta de diagnóstico de riesgos imprescindible para avanzar en la cambio climático - adaptación. De la misma manera, ante el previsible aumento de las catástrofes naturales ligadas a la emergencia climática en territorio nacional, impulsaremos un programa de capacitación climática tanto en la Unidad Militar de Emergencia como en los servicios de protección civil, recomendando su extensión a las fuerzas y equipos de seguridad y emergencia de las comunidades autónomas.
    • Reformulación de la planificación hidrológica en clave de emergencia climática. se reformulará la planificación hidrológica y se revisarán los vigentes planes de gestión de sequías y planes de gestión de inundaciones, ajustándose a la nueva realidad del cambio climático y proponiendo las acciones necesarias para la minimización de riesgos. Ante la previsión del cambio climático, estas medidas incluirán la revisión de las concesiones de agua actuales para evitar su sobreexplotación, estableciendo criterios de eficiencia y evitando procesos especulativos. Se fomentará la reutilización de aguas depuradas o de escorrentía.
1.3.3. España, potencia verde

A raíz de la pandemia y la guerra, el mundo está experimentando un intenso proceso de relocalización industrial, impulsado fundamentalmente por Estados Unidos y la Unión Europea.

Desde Sumar vamos a apostar por la industria verde y las energías renovables para convertir nuestro país en un motor industrial europeo. Esto gracias a la energía a bajo coste que obtendremos gracias a la ventaja competitiva que nos otorga nuestro liderazgo mundial en materia de energías renovables.

Solamente en la industria de las energías renovables, fabricación de componentes y tecnología asociada, estimamos que podemos crear 500.000 empleos en la próxima legislatura. Esto lo haremos aumentando en cinco mil millones de euros los recursos públicos que ahora se destinan en el PERTE, lo que movilizará una inversión privada de siete mil millones de euros adicionales.

  • Estrategia españa potencia industrial verde
    • Misión españa potencia industrial renovable. actualmente españa tiene el 60% de la cadena de valor de la industria fotovoltaica y el 90% de la eólica, importando la gran mayoría restante de China. Promoveremos la recuperación de la cadena de valor y producción completa de la industria fotovoltaica, la eólica terrestre y la marina en territorio nacional con el objetivo de convertir a España en una potencia industrial en tecnologías renovables.
    • Misión españa vanguardia de la electromovilidad. el objetivo de esta misión es acompañar la reconversión de la industria de la automoción hacia la cadena de valor completa de la electromovilidad. Esto implica la adaptación de fábricas de automóviles y furgonetas, camiones, autobuses y trenes, pero también el impulso de la adaptación de la industria auxiliar. La consolidación de la industria de la electromovilidad va estrechamente ligada a la producción y al reciclaje de baterías, con los máximos estándares ambientales y sociales. En la misma línea, promoveremos un consorcio público y privado para el desarrollo de una macroplanta de minerales críticos en nuestro país, un proceso tecnoindustrial de enorme futuro para el que existe un mercado emergente de enormes proporciones.
    • Misión transformación de alimentos ecológicos de excelencia. aprovecharemos el posicionamiento puntero de España en producción de alimentación ecológica para impulsar la agricultura regenerativa y la descarbonización de toda la cadena de valor (procesamiento, envasado y logística). Se impulsará la diversificación de los sistemas productivos agrícolas y ganaderos, buscando actividades económicas que generen mayor valor añadido con un menor consumo unitario de agua, apoyado por un plan de I+D enfocado a la recuperación del secano y a una reorientación del regadío.
  • Desarrollo de un turismo más sostenible.

    El turismo supone una industria estratégica por su peso absolutamente central en la economía española, en la que en 2022 aportó un 12,2% del PIB. Además, su impacto ecológico en término de emisiones de CO2 es significativo. Y la responsabilidad histórica del modelo turístico de sol, playa y masificación en el deterioro ecológico irreversible del litoral mediterráneo y el territorio insultar español ha sido nefasta. Por todo esto, España necesita una estrategia nacional de turismo sostenible que armaremos en base a los siguientes puntos.

    • El turismo como sector climáticamente vulnerable. los profundos impactos ambientales que van a vivir los destinos turísticos españoles como efecto del cambio climático lo convierten en un firme candidato a la transformación profunda de sus pautas de negocio. Por otro lado, cumplir con el Acuerdo de París exigirá una revisión del mercado global de la aviación comercial en las próximas décadas, que deberá internalizar costes y reducir sustancialmente sus emisiones sin que, por ahora, exista alternativa tecnológica descarbonizada. Esto afectará negativamente al sector turístico, por lo que debemos anticiparnos a dicha posibilidad. Por ello es necesario que las políticas de Estado incorporen el turismo dentro de los sectores en los que considerar escenarios de trabajo orientados a una reconversión industrial ecológica.
    • Plan de turismo sostenible y derecho al lugar. el desarrollo incontrolado del turismo atenta profundamente contra los lugares en los que este se concentra masivamente. El plan de turismo regulará y acompañará a la industria turística para lograr articular una oferta que, siendo fuente de prosperidad en términos económicos, minimice sus impactos ecológicos y sociales. Regularemos el parque de viviendas turísticas en las ciudades, estableceremos límites a las plazas hoteleras en función de la capacidad de carga ecológica y social de los territorios y desarrollaremos un paquete de tasas turísticas que sirvan para garantizar el derecho al lugar de sus habitantes, internalizando costes que hoy se externalizan sobre la naturaleza y el estado de bienestar.
1.3.4. Sistema energético 100% renovable, eficiente y democrático

La guerra de Ucrania ha confirmado la necesidad de unos objetivos ambiciosos respecto a la implantación de energía renovable en Europa, acelerando su cumplimiento. A la crisis climática, se le ha unido la seguridad y la autonomía energética como razones que confirman la necesidad de avanzar, al mayor ritmo posible, hacia un sistema eléctrico 100% renovable.

En paralelo a la implantación de energías renovables hay que avanzar en la eficiencia y el ahorro energético. Según la Agencia Internacional de la Energía, la eficiencia energética representa el 40% de la reducción de emisiones necesaria antes de 2040 para cumplir nuestros compromisos climáticos, al mismo tiempo que conlleva una mejora muy significativa de nuestra competitividad y ahorro económico.

Por último, uno de los retos del sistema eléctrico del futuro es la participación ciudadana en la transformación energética, mediante figuras como el autoconsumo y las comunidades energéticas, así como una estricta regulación que limite el poder del oligopolio y dirija la inversión de las grandes corporaciones dirigidas a establecer sistemas de energía distribuida y alcanzar el bien común.

  • Acceso universal a la energía con sistema tarifario progresivo
    • Acceso universal a la energía en un sistema tarifario progresivo. proponemos un sistema tarifario para el consumidor doméstico, que sea progresivo y tenga en cuenta las características de la unidad familiar. Este sistema asegurará un consumo mínimo vital garantizado para los primeros 1.500 kWh/año, con un IVA superreducido del 4% y reducción de cargos regulados y peajes, convirtiéndose automáticamente en tarifa social a coste cero para consumidores vulnerables. El sistema irá incrementando el IVA y los costes regulados de modo proporcional al consumo en tres tramos: Consumo normalizado, que es el hogar promedio español (entre 1.500 kWh/año hasta los 4.000 kWh/año) con un IVA del 10%, pero eliminando las asimetrías por las que el sector residencial subvenciona a la industria. Sobreconsumo, con IVA del 10% pero mayor participación en costes regulados. Y Sobreconsumo excesivo (más de 7.500 kWh/año), que incrementará el coeficiente de cargos y con el IVA al 21%.
1.3.5. Un país que ganará la batalla al desierto

España es un país de clima mayoritariamente mediterráneo en transformación a causa del cambio climático. Además mantiene una cultura del agua que ya no se adapta a la nueva realidad del siglo XXI, con tres cuartas partes de la superficie del país en riesgo de desertificación. La sequía se ha convertido en una enfermedad crónica del campo español que amenaza nuestra posición como potencia agraria y puede provocar impactos económicos a las mayorías sociales en forma de alzas de los precios alimentarios.

Nuestra escasez de agua, que irá aumentando en el futuro, está provocada por la mezcla de la crisis climática y el comportamiento irresponsable de unas minorías extractivistas que aplican sobre el campo pelotazos hídricos.

La gestión de los recursos hídricos nacionales, uno de nuestros bienes más preciados, debe orientarse ineludiblemente hacia una reducción del consumo, para garantizar el abastecimiento humano y hacer frente a la sobreexplotación actual de los recursos, su deterioro y su prevista reducción como consecuencia del cambio climático. Con el objetivo de transformar nuestra cultura del agua y dar paso a un país hidricamente responsable y adaptado al cambio climático, proponemos las siguientes líneas de actuación.

1.3.6. Biodiversidad y protección del patrimonio natural

España es el país más rico en biodiversidad de la Unión Europea, pero casi la mitad de los ecosistemas en España se encuentran en mal estado. Se puede hablar de un grave deterioro en los ecosistemas acuáticos – del litoral e insulares – del 30% en los sistemas áridos, marinos, agroecosistemas y montaña, y de entre el 20% y el 30% en el caso de bosques esclerófilos, atlánticos y mediterráneos. Existe una importante afección a la biodiversidad y la agricultura de regadío demanda el 81% del agua disponible. La degradación es especialmente patente en espacios emblemáticos como Doñana, el Mar Menor, el Delta del Ebro o la Mancha Húmeda.

Sin embargo, la riqueza natural de nuestro país es un tesoro que debemos preservar porque, entre otras cosas, constituye uno de los pilares en los que se fundamenta nuestro potencial turístico, tanto en las regiones costeras, insulares y de interior. Sin olvidar su importancia en la generación de servicios ambientales, como el agua de los ríos, el aire limpio, el suelo para cultivar, los pastos para el ganado, los polinizadores, etcétera. El desarrollo de estrategias sostenibles vinculadas a la TEJ crea un marco favorable para desplegar un programa ambicioso de protección de la biodiversidad y de recuperación y restauración de los ecosistemas clave en las próximas décadas, tales como el suelo, los bosques, las masas de agua dulce, el litoral y las áreas marinas, las zonas áridas o los agrosistemas.

Asumimos como ámbitos de actuación prioritaria proteger las masas de agua, desarrollar planes estratégicos, recuperar los ecosistemas silvestres, recuperar las comunidades de montes y reconocer los servicios ecosistémicos de las buenas prácticas del sector primario.

Proponemos las siguientes medidas para cuidar de nuestra biodiversidad y proteger adecuadamente nuestro rico pero amenazado patrimonio natural.

1.3.7. Hacia un país circular

La economía circular es ya una exigencia europea (plan de acción para la economía circular de la UE) y un imperativo de la transición ecológica. Nuestros sistemas económicos deben imitar a la naturaleza y cada residuo convertirse en el recurso de otro proceso productivo cerrando los ciclos materiales. En el año 2020 España aún se encontraba por debajo de la media europea en el uso circular (secundario) de material: un 11,2% frente a la media de la UE, un 12,8%.

Por eso es necesario una apuesta contundente y coordinada a través de una estrategia integral de Economía Circular con ramificaciones legislativas, fiscales, inversiones en infraestructuras, I+D+i, políticas industriales y políticas de empleo. Dejaremos atrás para siempre la España de usar y tirar. Consolidaremos progresivamente, a lo largo de la próxima década, un sistema productivo que aplique efectivamente la jerarquía de residuos (reducir, reutilizar, reciclar) y facilite la reparabilidad, la reutilización, y el reciclaje de componentes y materiales.

1.3.8. Menos contaminación, más salud

Alrededor de 30.000 personas mueren prematuramente cada año en España debido a la contaminación del aire de nuestras ciudades. La contaminación se ha expandido a nuestros mares, bosques e incluso alimentos, donde el uso de pesticidas y otras sustancias químicas están provocando problemas de salud graves a la población. Por ello proponemos una serie de medidas para luchar contra la contaminación de nuestros ecosistemas y alimentos en favor de la salud de las personas y la preservación de nuestro entorno.

1.3.9. Protección y bienestar animal

La protección y el bienestar de los animales es una prioridad para Sumar. Los animales conviven con las personas como parte de la familia, forman parte de nuestro entorno en el ámbito doméstico, en el medio rural y son parte de nuestro sistema productivo. Con los animales silvestres compartimos además el territorio, ya vivan en espacios naturales o en nuestras mismas ciudades. Todos merecen atención y respeto, y por eso Sumar propone una serie de medidas para garantizar su bienestar.

.1.4. Por un mundo rural vivo y activo

El medio rural, la agricultura, la pesca y la alimentación son ámbitos especialmente afectados por el agotamiento del modelo de producción industrial y los efectos del cambio climático. Al mismo tiempo, las personas trabajadoras del rural y del sector pesquero, especialmente en la agricultura familiar y la pesca a pequeña escala, han desempeñado un papel esencial en el cuidado del territorio y la biodiversidad. La transición ecosocial es una oportunidad si las instituciones garantizan la justicia y la lucha contra la desigualdad territorial. Necesitamos una sociedad que dé participación efectiva a la población (independientemente de la densidad poblacional) y un medio rural y pesquero vivos; un sector agroalimentario que avance hacia la soberanía alimentaria, la agroecología, la pesca sostenible y unas políticas públicas comprometidas con ese horizonte. La conservación de la biodiversidad y la restauración de ecosistemas; el turismo sostenible; la gestión sostenible de los bosques, la transición energética; el desarrollo de una economía de los cuidados, con la implantación de servicios en el lugar de arraigo, centros de día, residencias y recursos de conciliación móviles; la rehabilitación y mejora de la accesibilidad y eficiencia energética de las viviendas; el fomento de la actividad cultural en zonas rurales y costeras y la protección de su patrimonio histórico-artístico, ofrecen importantes oportunidades para la diversificación económica. Para ello, el conjunto de la sociedad debe asumir que la prestación de servicios esenciales para una alimentación y una vida sana deben ser retribuidos en consonancia suficiente con los objetivos de la transición ecológica justa. Esta última, junto con la conversión de la alimentación saludable en un derecho y la mejora de las condiciones de vida de la población rural, son objetivos que deben ir de la mano con políticas públicas decididas.

1.4.1. Agricultura y mundo rural

El medio rural ocupa en España el 80% del territorio y concentra a una quinta parte de la población. Desempeña un papel esencial en la provisión de alimentos sanos y suficientes, y ejerce funciones ambientales esenciales, como el mantenimiento de la biodiversidad, la conservación y la lucha contra el cambio climático. La despoblación, la desagrarización, el envejecimiento y la masculinización progresiva de los pueblos son problemas que debemos afrontar para lograr una transición justa en el medio rural. Se debe reconocer la enorme contribución de los habitantes del medio rural al conjunto de la sociedad, como cuidadores del territorio y de su biodiversidad, como depositarios de cultura e identidad. Queremos un mundo rural vivo, que sea atractivo para sus habitantes, en el que la población desempeñe un papel central en la conservación y la sostenibilidad. Nuestro horizonte es la transición agroecológica, desde una perspectiva integral que no solo incorpore la adecuación de los procesos productivos a criterios de sostenibilidad, sino que también garantice una renta suficiente para los agricultores y un salario justo para los trabajadores, con redes de distribución lo más locales posibles.

4.1.1. Un mundo rural para vivir con igualdad de servicios y oportunidades
  • Un mundo rural para vivir con igualdad de servicios y oportunidades
    • Plan de acción para el medio rural para la igualdad territorial. impulsaremos un plan de acción para el medio rural que implique a las diversas áreas de gobierno y aporte recursos presupuestarios específicos y continuados, de forma coordinada con las demás Administraciones territoriales: comunidades autónomas, Administraciones locales u organizaciones sociales agrarias, entre otras.
    • Un plan destinado a promover una transición justa en el medio rural, reduciendo el déficit de servicios, promoviendo el empleo, el emprendimiento y la diversidad en el mundo rural; a diversificar la economía hacia los sectores secundario y terciario; a fomentar la vivienda para jóvenes y la residencia de los empleados públicos en los pueblos; a compensar las desigualdades en el acceso a servicios concentrados en las urbes; a beneficiarse in situ de la producción de energías renovables.
    • Un plan destinado a dar apoyo económico y técnico a la conservación y la mejora de la biodiversidad, al mantenimiento de mosaico agroforestal, a la gestión sostenible de los bosques, la restauración de los diversos ecosistemas, la contribución a la transición energética; la prevención y extinción de incendios forestales; la provisión de alimentos de proximidad y de calidad; la ganadería extensiva; la correcta gestión de los vertidos y los residuos agropecuarios, la agricultura ecológica y las demás prácticas respetuosas con el medio ambiente.
4.1.2. Consolidar el futuro de una agricultura y una ganadería sostenibles
  • Ley de futuro de la agricultura, la ganadería y la alimentación

    Las explotaciones agrarias que nos proveen de alimentos se enfrentan a graves problemas de rentabilidad que ponen en riesgo su supervivencia. Las actividades agrícolas y ganaderas tienen un impacto directo sobre el cambio climático, pero también son una de sus principales víctimas. Las afecciones de la actividad agraria industrial sobre los recursos naturales (suelo, agua, biodiversidad) y su coste para la sociedad son insostenibles. Por todo ello, nuestro sector agroalimentario necesita emprender una transición agroecológica que garantice la sostenibilidad económica, social y medioambiental de nuestras explotaciones agrarias y en particular de la agricultura familiar y social. Esa transición debe contar con la participación activa del conjunto de los actores de la cadena alimentaria, incluidos los consumidores, y tener en cuenta las condiciones concretas de cada comarca y cada explotación.

    • Para ello, impulsaremos un gran debate social a escala local, autonómica y nacional sobre el futuro de la agricultura y la alimentación, que culmine con la aprobación de una ley de futuro de la agricultura, la ganadería y la alimentación que oriente las políticas y los estímulos a la actividad agropecuaria hacia esa imprescindible transición agroecológica, implicando una fuerte acción interdepartamental y con recursos presupuestarios suficientes.

3. Una gestión sostenible de los recursos naturales en defensa del bien común

4.2. Pesca, sostenibilidad y sector pesquero

El sector pesquero representa el 1% del PIB nacional y genera el 20% de la producción total de pesca de la UE. Se enfrenta a grandes dificultades como la hiperregulación, lo que, junto con la carga burocrática, la complejidad y la extensión de las normas, dificulta el trabajo de los pescadores. Asimismo, el cambio climático y la contaminación producen cambios en los mares y en los océanos que afectan directamente a un sector que depende del buen estado del medio marino para realizar su actividad. No hay que olvidar, además, que la pesca puede ser fundamental en la lucha contra el cambio climático y en la mejora de la dieta de la población, contribuyendo a suministrar proteína animal de menor impacto si se alcanza una gestión sostenible de la extracción, procesado y comercialización, y un consumo responsable. Los retos integrales a los que se enfrenta el sector pesquero han de ser abordados con políticas valientes de fuerte calado social y visión ecosistémica a lo largo de toda la cadena alimentaria.

  • Protección del sector pesquero y relevo generacional en la pesca
    • Implantaremos medidas económicas e informativas que privilegien los caladeros nacionales y de pesca artesanal a la vez que se informa a la población sobre especies alternativas (de poco consumo actual) en cada temporada, siguiendo criterios biofísicos y de sostenibilidad ambiental y socioeconómica. Fomentaremos, paralelamente, la reducción del consumo en la dieta de especies con una importante huella de carbono a través de políticas de información a consumidores y restauración, y mediante la prescripción dietética de los profesionales de la nutrición. Impulsaremos políticas de comunicación a la sociedad sobre la actividad pesquera y su valor social. Pondremos en marcha medidas que garanticen que la sociedad tenga acceso a los alimentos del mar de forma equitativa y especialmente en casos de crisis que pongan en riesgo el abastecimiento de alimentos. Aseguraremos una buena coordinación entre el Ministerio de Agricultura y Pesca y el de Transición Ecológica, dotándolo de una mayor estructura que permita disponer de los medios suficientes para hacer frente a la transición y la adaptación del sector primario en general, y del pesquero en particular, ante la crisis climática y de la biodiversidad. Desarrollaremos el Plan de Información y Publicidad derivado del Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca. Promoveremos la conservación del patrimonio cultural inmaterial de la pesca.
    • Formación profesional adaptada, simultaneando prácticas a bordo de buques desde el inicio, permitiendo embarques previos y formación a bordo de la embarcación. Proyectos de formación planificados con el propio sector pesquero." Incremento de las ayudas para la adquisición del primer buque para jóvenes pescadores. Actuaciones de información, comunicación y sensibilización en colaboración con la Red Española de Grupos de Pesca y con la Red de Mujeres en el Sector Pesquero. Reformas normativas para la mejora de las condiciones de trabajo, dando continuidad a las ya implementadas por medio del Real Decreto 618/2020. Completa y correcta aplicación del convenio número 188 de la OIT sobre el trabajo en la pesca, que permitirá verificar eficazmente las condiciones de trabajo reales de los pescadores, tanto en buques nacionales como en buques extranjeros que utilicen puertos españoles. En materia formativa y de acceso a titulaciones, desarrollo de la oferta de Formación Profesional y de nuevos Certificados de Profesionalidad. Acceso a diversas titulaciones relacionadas con el sector pesquero por medio de un examen, cuando se posean ya las aptitudes y conocimientos requeridos. Acuerdos bilaterales para la incorporación de trabajadores de terceros países a la flota pesquera española, ante la imposibilidad de reconocer los títulos de pesca de estos Estados por lo estipulado en el convenio internacional de 1995 sobre normas de formación, titulación y guardia para el personal de los buques pesqueros (STCWF/1995).
1.4.3. Alimentación saludable

Nuestra forma de alimentarnos no solo condiciona nuestra salud individual, sino que también guarda una estrecha relación con la salud pública e incide de forma notable sobre la salud del planeta.

El tránsito hacia un nuevo modelo alimentario pasa por convertir la alimentación saludable en un derecho, de la mano de unas políticas públicas que garanticen el acceso a ella y promuevan dietas saludables y sostenibles, en las que primen la soberanía alimentaria y la agroecología a través de un modelo de producción y consumo que tenga como base la justicia social y la sostenibilidad ambiental. Dicho modelo permitirá el reequilibrio del poder de negociación entre los diferentes actores, diversificar la especialización productiva y relocalizar en gran medida producción y consumo en favor de una alimentación menos dañina y mejor adaptada al territorio.

Para alcanzar estos objetivos, es necesario dotarse de políticas públicas alimentarias que impliquen responsabilidades a lo largo de toda la cadena de valor. Pero también que permeen en todas las escalas organizativas, para transitar de lo local a lo estatal y permitir el escalamiento de los sistemas alimentarios saludables y sostenibles.

En este sentido, el concepto de seguridad social alimentaria nos resulta muy útil como marco de trabajo. Alude a la universalidad en el acceso a los alimentos saludables y sostenibles para toda la población, garantizando así un derecho básico similar al de la Seguridad Social médica.

Inspirada en la iniciativa francesa Securité Sociale d’Alimentation, o en otros ejemplos ya existentes, como el Programa Bolsa de Familia de Brasil, y diversas iniciativas municipales como las desarrolladas en Valencia, Valladolid o Granollers, contribuiría a dar respuesta a los problemas de acceso a una alimentación adecuada que sufren muchas familias y, a su vez, a promover la transición de los sistemas alimentarios actuales hacia la sostenibilidad si se vincula a iniciativas de producción agroecológica y a otras acciones de apoyo alimentario, como los bancos de alimentos.

Los problemas de salud ligados a la mala alimentación constituyen una problemática compleja con múltiples aristas, pero existen algunos factores indiscutiblemente diferenciadores, como la accesibilidad económica y territorial a alimentos más saludables y sostenibles, el grado de información, la disponibilidad de tiempo de dedicación y la capacidad para el cocinado.

La puesta en marcha de una seguridad social alimentaria que garantice el derecho a una alimentación saludable y sostenible para toda la población puede alcanzarse mediante la combinación de medidas de diversa índole, como propuestas legislativas y fiscales, el apoyo económico a familias vulnerables, el fomento de la organización productiva y logística de alimentos sostenibles o la compra pública.

Esta apuesta implicará un proceso participativo, dado que movilizará a un gran elenco de actores, desde la producción hasta el consumo, que estén interesados en la puesta en marcha de estas políticas.

4.3.1. Educar, informar y acompañar para fomentar la alimentación saludable y sostenible

2. Desarrollo de la oferta pública saludable y sostenible

  • Alimentación saludable: desarrollo de la oferta pública saludable y sostenible
    • Siempre que sea posible, se dedicará al menos un 25% de la compra pública a alimentos saludables y sostenibles procedentes de producción agroecológica, local y de temporada, con una provisión directa desde redes locales de producción e incluyendo otras propuestas como las del ICLEI (fincas de pequeña escala, reducción de las emisiones de GEI, condiciones de trabajo dignas, productos de comercio justo, bienestar animal, empresas de economía social, entre otros). Se incorporarán criterios mínimos vinculantes relativos a la compra de alimentos saludables y sostenibles en el Plan de Contratación Pública Ecológica 2018-2025, fomentando así la compra pública de productos ecológicos, locales y de temporada. Apoyaremos la planificación, la logística y la distribución de la producción para lograr el éxito de los programas. Se establecerán herramientas para el seguimiento de los contratos públicos que permitan garantizar unos mínimos ambientales y sociales, capacitando al personal técnico y gestor en prácticas que favorezcan la demanda de alimentos sostenibles y saludables, especificando el precio mínimo por menú en los pliegos y, por último, desarrollando herramientas para la definición de menús saludables y sostenibles y para la gestión de los comedores, formando al personal de cocina para ello.

4.3.3. Tejer alianzas entre consumo y producción para la transición

4.3.4. Gobernanza multiactor, multinivel y de abajo arriba

  • Política fiscal para incentivar el consumo de alimentos saludables y sostenibles y reducir el de alimentos no saludables ni sostenibles.

    Alimentación saludable: La puesta en marcha de una seguridad social alimentaria que garantice el derecho a una alimentación saludable y sostenible para toda la población puede alcanzarse mediante la combinación de medidas de diversa índole, como propuestas legislativas y fiscales, el apoyo económico a familias vulnerables, el fomento de la organización productiva y logística de alimentos sostenibles o la compra pública.

    • El precio es el principal condicionante en la compra de alimentos para las familias con rentas menores; por eso, introduciremos beneficios fiscales o ayudas económicas a los alimentos saludables y sostenibles (frutas, hortalizas, legumbres, cereales integrales; provenientes de canales cortos, poco procesados, agroecológicos) que favorezcan un aumento de su consumo, especialmente entre la población vulnerable. Complementariamente, y dadas las elevadas tasas de obesidad y sobrepeso infantil que tenemos en España, estableceremos políticas fiscales que desincentiven y reduzcan el consumo de los alimentos no saludables (ultraprocesados, batidos, refrescos...) dirigidos especialmente a la infancia, para lograr un cambio sustancial del modelo alimentario actual y, como consecuencia, mejorar la salud de la población.
.1.5. Hábitat para la vida

1.5.1. Ciudades y pueblos habitables

Necesitamos un urbanismo que genere ciudades y pueblos habitables, amables y sostenibles, que giren alrededor de las personas y de sus proyectos vitales. Por este motivo, proponemos un urbanismo ecofeminista que plantee un cambio profundo en la manera de gobernar, pensar y construir el territorio que habitamos.

Queremos ciudades que permitan la proximidad y garanticen el derecho al acceso a los servicios públicos esenciales. Vivir bien sin estar obligado a grandes desplazamientos. Para ello, hace falta una distribución de servicios y equipamientos equilibrada en el territorio, que permita un acceso equitativo. Una apuesta por la proximidad y por los ciclos cortos para casi todo. Para la alimentación por supuesto, pero también para el comercio en general, así como para la salud urbana, la cultura, el ocio o el deporte.

Para combatir la segregación urbana y la despoblación rural, necesitamos un territorio donde se garantice el acceso a los servicios públicos independientemente del lugar donde se viva, desde la Cañada Real hasta O Courel. Un territorio que sea habitable para las personas en los extremos vitales, la infancia y la vejez, y para personas con otras capacidades. Para ello se hace necesario impulsar políticas públicas destinadas a erradicar el chabolismo y la infravivienda en todo el Estado desde un enfoque que tenga en cuenta los derechos humanos.

Las redes comunitarias y de apoyo mutuo han sido imprescindibles en la construcción de sociedades colaborativas, tanto presentes como pasadas, y lo serán aún más en el futuro. Las políticas puestas en marcha y afianzadas en estos años por el municipalismo progresista y las ciudades del cambio son muestra de que otro urbanismo, centrado en las personas y sus necesidades, es posible.

Por último, es fundamental el derecho de la ciudadanía a una vida saludable. En el contexto de emergencia climática y olas de calor, así como de ciudades con altos niveles de contaminación del aire, las zonas verdes son una fuente de salud y salubridad, y por ello deben ser un derecho básico de las personas. Queremos que nuestros pueblos y ciudades cuenten con más zonas verdes que, además de ser espacios destinados al ocio, sirvan de pulmón y contrarresten las temperaturas extremas gracias a su efecto termorregulador. El acceso a zonas naturales ha demostrado ser un gran proveedor de salud física y mental, por lo que es imprescindible incluir en las políticas urbanísticas la protección de las zonas naturales existentes, la renaturalización de las que hayan sido degradadas y el fácil acceso para toda la población sin que, por ello, se den grandes desequilibrios territoriales.

1.5.2. Derecho a la vivienda

La apuesta histórica por la especulación, el urbanismo sin control y la falta de regulación del mercado inmobiliario ha provocado una situación de crisis habitacional. Una crisis que es múltiple y está causada por un modelo inmobiliario que antepone la vivienda como inversión al derecho ciudadano. Además, la crisis de la vivienda no es solo una crisis social, sino también climática, pues cuenta con un parque de vivienda muy envejecido e ineficiente energéticamente.

El problema principal es la dificultad del acceso a la vivienda como consecuencia de los elevados precios, sea en compra o en alquiler. La vivienda es cada día más inasequible para la mayoría de la sociedad. La actual combinación de precariedad laboral y vivienda inasequible produce en estos momentos inseguridad residencial.

Inseguridad para trabajadores y autónomos que no saben si van a subirles el alquiler o si no les van a renovar el contrato; inseguridad para los jóvenes que no pueden aspirar a emanciparse; inseguridad para las familias cuya cuota hipotecaria, como consecuencia de la subida de los tipos de interés del BCE, no para de crecer y que empiezan a tener que escoger «qué factura dejan de pagar»; inseguridad de personas en situación de vulnerabilidad que llevan años en listas de espera para poder acceder a una vivienda protegida; e inseguridad para las personas en situación de sinhogarismo para las que tampoco existen sistemas de acogida suficientes.

El mandato constitucional (art. 47 y 33.2 CE) de asegurar el derecho a la vivienda a toda la población y evitar la especulación del suelo se incumple desde hace demasiado tiempo.

España destinó en 2022 a políticas de vivienda en sus presupuestos públicos 3.295 millones de euros y 2.636 millones de euros en ayudas fiscales, un total de 5.931 millones de euros, que equivalen al 0,45% del PIB de la economía española. Dicha proporción está por debajo de la media de los países de la Unión Europea (0,6% del PIB) y, además, durante décadas ha priorizado regresivas bonificaciones fiscales a la compraventa de viviendas, en lugar del desarrollo de viviendas públicas. El resultado de este menor esfuerzo público sitúa a España como uno de los países de la Unión Europea con menos vivienda pública construida. Su peso sobre el total de viviendas principales (2,5%) es seis puntos inferiores a la media de la UE (9,3%), según el Boletín especial Vivienda Social 2020 del Observatorio de Vivienda y Suelo. Los países de la UE con mayor proporción de vivienda social con relación a su parque de viviendas son Países Bajos, con un 30% del total; Austria, con un 24% y Dinamarca, con un 20,9%. En el extremo opuesto se encuentran Grecia, Letonia, Lituania, Chipre y Malta, con un 0%, Rumanía, con un 1,5%; Estonia, con un 1,7% y Croacia, con un 1,8%.
España también es el duodécimo país europeo con menos vivienda pública en relación con el número de habitantes, al no llegar a una vivienda de este tipo por cada cien habitantes. En el otro extremo están Países Bajos (12), Austria (10), Dinamarca (9,5), Suecia (8), Reino Unido y Francia, que superan holgadamente la media de la UE (4).

Como resultado de la insuficiente acción pública en nuestro país, los hogares han debido realizar en las últimas décadas un esfuerzo económico mucho mayor y, por consiguiente, se han endeudado.

Asimismo, se ha producido una elevada extracción y transferencia de rentas en favor del sector inmobiliario, al tiempo que amplias capas de la población han quedado al margen de las ayudas públicas y del derecho a un alojamiento digno.

Aunque la primera Ley de Derecho a la Vivienda aprobada recientemente constituye un gran paso adelante, quedan muchos elementos pendientes y necesitamos hacer que dicha ley se cumpla. Más aún si consideramos que el derecho a una vivienda digna y adecuada es precondición del ejercicio y acceso a otros derechos fundamentales y a la dignidad humana. La sociedad española en general, y el sector público en particular, tienen una misión: desarrollar un sistema de vivienda que sea un pilar más del estado de bienestar, convergiendo así con Europa. Y eso significa desarrollar un servicio público de vivienda y una normativa que evite la especulación, proteja a los residentes y garantice la función social de la propiedad, haciendo así efectivo el derecho a la vivienda mediante el diálogo social.

Además, es necesario promover la rehabilitación de viviendas bajo criterios de eficiencia energética y accesibilidad, ya que la mala calidad de las construcciones es una de las tres causas de la pobreza energética, junto con la disponibilidad de renta y los precios de la energía.
El desarrollo de la vivienda como derecho tiene ventajas desde un punto de vista social (mejora de la equidad del poder adquisitivo y de las condiciones de vida, a la vez que reduce el endeudamiento) y desde un punto de vista de eficiencia económica (acaba con la «extracción de rentas», libera recursos para el consumo y la inversión en otras áreas prioritarias, reorienta la actividad bancaria hacia otros sectores productivos y aumenta el uso de los activos inmobiliarios). Para ello, llevaremos a cabo las siguientes medidas:

  • Reserva de suelo para vivienda protegida (hipotecas, alquiler y construccion)

    Desarrollaremos una normativa específica para que en suelo urbano consolidado se garantice una reserva del 30% para vivienda protegida. En este sentido, y con el objetivo de «que nadie necesite destinar más del 30% de sus ingresos al pago de la vivienda», se destacan las siguientes medidas:

    • Desarrollaremos y haremos cumplir la declaración de mercado tensionado de la ley por el Derecho a la Vivienda en todos los ámbitos geográficos que cumplan los requisitos que establece la Ley, aplicando así la regulación de alquileres a todas las zonas de mercado tensionado para garantizar la igualdad de todos los inquilinos en el ejercicio de sus derechos. Se trata de garantizar el control de alquileres en toda España en tanto que la competencia de regulación de precios es nacional.
    • Constituiremos, en menos de diez años, un parque residencial de viviendas sociales y asequibles para alquiler de dos millones de inmuebles, con un gasto sostenido del 1% del PIB de media. Este parque público es la clave estructural para garantizar el derecho a una vivienda adecuada y asequible: movilizando las viviendas vacías, aumentando la oferta pública mediante la compra de viviendas ya construidas o construirlas donde sea necesario. Esto requiere aumentar el presupuesto público en vivienda hasta, al menos, el 1% del PIB, sostenerlo en el tiempo y lograr la cooperación de las diferentes Administraciones. Nuestro modelo es Europa, es Viena. Queremos un parque de vivienda a la europea.
    • En materia hipotecaria, proponemos un bono de emergencia para los hogares hipotecados a tipo variable para la compra de su vivienda habitual, que sufren la fuerte alza de los tipos de interés del BCE, además de una gran pérdida de compra por el alza de los precios de consumo. La cuantía del bono sería de 1.000€ por hogar y ayudaría a sufragar una parte del aumento de la hipoteca. Beneficiaría a los hogares que se hipotecaron a variable en los últimos diez años por un importe de hasta 250.000€ y precio de compra no superior a 300.000€, que son los que tienen una mayor carga de intereses. Beneficiaría a un millón de hogares. Tendría un coste de mil millones de euros que se financiarían con el impuesto extraordinario a la banca, por lo que no tendría ningún coste para el contribuyente. Además, es imprescindible establecer de forma obligatoria la portabilidad de hipotecas y la posibilidad de acogerse a medidas de reestructuración de deudas y quitas hipotecarias.
1.5.3. Movilidad sostenible

La movilidad debe ser un derecho básico y de carácter universal, dado que facilita el acceso a otros derechos. La disponibilidad de fórmulas de movilidad accesibles, económicas y diversificadas —sin olvidar la movilidad activa— es una condición previa para multiplicar y mejorar las opciones de acceso al lugar de trabajo, a la vivienda, a los centros educativos y sanitarios, a los servicios comerciales, al ocio, a la cultura, al disfrute del tiempo libre y a la práctica del deporte. Al mismo tiempo, dada la situación de emergencia climática, la movilidad tiene que ser en todo momento sostenible y los sectores de transporte y de movilidad deben alcanzar la neutralidad climática antes de 2050. En todo caso, en el menor plazo posible.

Por tanto, la movilidad debe configurarse como servicio esencial para garantizar a toda la ciudadanía la libre conformación de la voluntad de circular y de relacionarse de forma respetuosa con su entorno. En consecuencia, los poderes públicos tienen el deber de hacer efectivo el pleno desarrollo de este derecho, sea cual sea la situación económica de la persona usuaria o su lugar de residencia, en condiciones de calidad, eficiencia y sostenibilidad ambiental y económica.

  • Ciudades y territorios cercanos, accesibles y con servicios públicos.
    • Territorios de los 30 minutos. garantizaremos la financiación de servicios de movilidad suficientes para que la dotación de servicios públicos en el conjunto del territorio esté disponible en un tiempo de viaje inferior a los 30 minutos, con especial atención a las peculiaridades tanto de las áreas metropolitanas como de la España vaciada. Impulsaremos la creación de conexiones intermodales, incluidas las ciclistas, dignas y coordinadas con el transporte de mayor frecuencia y capacidad, para facilitar el acceso a todo el territorio estatal. Trabajaremos para que el tren y el autobús sean modos sostenibles, flexibles y eficientes de transporte.
    • Ciudades de los 15 minutos. legislaremos para que las nuevas planificaciones urbanas planteen ciudades de distancias cortas a pie y en bicicleta, de manera que todos los barrios tengan los mismos derechos garantizados: servicios públicos (escuelas infantiles, colegios, espacios deportivos y centros de salud), comercio local y espacios de ocio (calles con arbolado, parques y jardines). Se invertirá en la infraestructura necesaria para potenciar al máximo la movilidad activa (redes ciclistas, peatonales, reverdecimiento, calidad estancial, etcétera).
.2. Una sociedad del bienestar justa, saludable y verde

La acumulación de crisis económicas y sociales ha acentuado una serie de problemas colectivos que nuestro país arrastra desde hace décadas y ha creado otros nuevos, igualmente graves.

Padecemos niveles muy altos de desigualdad y la capacidad de las políticas públicas para reducirlos, aunque ha mejorado significativamente durante los últimos años, es menor que en otros países de la UE. Además, tenemos unas tasas de pobreza más elevadas que la mayoría de países del centro y norte de Europa, especialmente en lo que se refiere a pobreza infantil; una realidad que se retroalimenta con un mercado de trabajo que ha mejorado mucho gracias a la reforma laboral, pero en el que se mantienen tasas de desempleo relativamente elevadas y bolsas de subempleo.

También afrontamos problemas relacionados con las distintas etapas de la vida. La llegada a edades avanzadas de la generación del baby boom plantea desafíos al sistema de salud y a la atención a la dependencia. Por su parte, los jóvenes tienen graves dificultades para desarrollar un proyecto de vida autónomo como consecuencia de las aún mejorables condiciones laborales y, sobre todo, de los problemas de acceso a la vivienda.

España padece también un grave problema de crisis de los cuidados, que afecta particularmente a las mujeres, una gran dificultad de conciliación entre la vida laboral y familiar, y una tasa de natalidad bajísima debido a las dificultades para conciliar y al riesgo de empobrecimiento que se incrementa al tener hijos, sobre todo para las familias monoparentales. En los últimos años se han acentuado, además, un conjunto de problemas relacionados con la salud mental causados tanto por enfermedades propiamente dichas como por malestares personales ligados al estrés y a la incertidumbre laboral y social.

El Estado de bienestar que hemos heredado es insuficiente para afrontar esos retos. En consecuencia, debemos renovarlo y reforzarlo, conscientes de que esas limitaciones no afectan por igual a todos los campos de las políticas sociales. Las prestaciones de apoyo a la crianza, el sistema de ingresos mínimos, la política de vivienda social y los servicios sociales o los usos sociales y laborales del tiempo presentan un desarrollo muy limitado. Otros ámbitos, como la sanidad o la educación, tienen un desarrollo mayor, pero con estrecheces presupuestarias que los ponen en peligro y rompen su espíritu de universalidad. A esto se suma una compleja diversidad territorial: a la brecha tradicional entre zonas industrializadas y agrarias se han superpuesto otras, por ejemplo, entre áreas metropolitanas, ciudades medias y la «España vaciada».

Necesitamos avanzar hacia la construcción de políticas públicas que sean capaces de hacerse verdaderamente cargo del cuidado de la vida, fortaleciendo los lazos sociales y afectivos y apoyando a las personas para que puedan desarrollar sus propios proyectos vitales.

Y debemos hacerlo, además, teniendo en cuenta la realidad de la crisis ecológica y el cambio climático. Necesitamos imaginar un desarrollo de los derechos sociales compatible con el desacoplamiento de las nociones de bienestar y crecimiento tal y como los miden los indicadores económicos convencionales. Los derechos sociales son el fundamento de un crecimiento distinto y mejor: en autonomía, en seguridad, en libertad, en acceso a bienes culturales y educativos, en tiempo y en capacidad para intervenir democráticamente en el gobierno de nuestra sociedad.

2.1. Políticas de bienestar y de cuidados

Nuestro país cuenta con un Estado de bienestar moderno, pero con un nivel de desarrollo e implantación muy desigual en sus distintas áreas. La red de prestaciones sociales contributivas (desempleo y pensiones) ha funcionado con efectividad e integra a la mayoría de las personas trabajadoras, aunque la protección que proporciona se ajusta más a las trayectorias laborales «tradicionales» –estables y continuadas– que a las nuevas formas de empleo. En cambio, la red de protección asistencial o no contributiva (pensiones no contributivas y complementos de mínimos, Ingreso Mínimo Vital y rentas mínimas autonómicas, prestaciones de apoyo a la crianza...) es muy deficitaria: tenemos un sistema asistencial limitado, muy fragmentado, con lagunas importantes de protección y poco adaptado a las nuevas situaciones de dificultad.

En España los servicios sociales se crearon para hacerse cargo de las personas en situación de exclusión social, pero, con el paso del tiempo, las trayectorias vitales se han vuelto más variadas, inestables e impredecibles, y cada vez más gente se ve arrojada a situaciones en las que necesitan de algún tipo de ayuda o acompañamiento. Tenemos que avanzar hacia la construcción de políticas públicas universalistas, que sean capaces de ofrecer apoyo a toda la ciudadanía, convirtiendo el cuidado mutuo en uno de los pilares de nuestra democracia.

La crisis del COVID-19 marcó un antes y un después en relación con los cuidados, tanto en España como en la Unión Europea. La adopción de la Estrategia Europea de Cuidados ha supuesto un punto de inflexión y es fundamental contar con medidas ambiciosas que incorporen plenamente la perspectiva de género en el ámbito nacional. No podemos olvidar que los servicios de cuidado inadecuados tienen un impacto desproporcionado sobre las mujeres, ya que las responsabilidades de cuidado no profesionales recaen mayoritariamente sobre ellas y esto afecta a la conciliación de su vida familiar y profesional y a sus opciones de conseguir un trabajo remunerado. Se acogen a más permisos, reducen su jornada de trabajo y se retiran prematuramente del mercado laboral, agrandando la brecha laboral y de pensiones. Como además las mujeres viven más años por término medio, pero con peor salud que los hombres, necesitan más cuidados durante períodos más largos y tienen que afrontarlo con menor capacidad económica. Unas buenas condiciones de trabajo en el sector de cuidados son esenciales no solamente para garantizar la resiliencia del sector, sino también la igualdad de género. Las mujeres son quienes cuidan mayoritariamente y en la mayor parte de los casos lo hacen con trabajos parciales, precarios y mal remunerados. Carecen de perspectivas de promoción profesional y la formación disponible no es proporcional a sus necesidades de perfeccionamiento profesional. Además, algunos grupos como las cuidadoras internas o las trabajadoras domésticas son especialmente vulnerables ante determinadas condiciones de trabajo abusivas.

  • Ley de promoción de la acción comunitaria.

    Ante el individualismo del «sálvese quien tenga», el aislamiento y la soledad no deseada urgen herramientas que favorezcan la integración relacional, lo que exige el empoderamiento de las comunidades, elemento clave para mejorar las condiciones de vida de las personas que habitan un determinado territorio.

    • Para ello, necesitamos un marco normativo que facilite la creación y desarrollo de Equipos Interdisciplinares de Desarrollo Comunitario, con el objetivo de potenciar el trabajo en red con las asociaciones vecinales y las organizaciones sociales y ciudadanas que se encuentren en el territorio y sean capaces de facilitar la dinamización comunitaria. En definitiva, se trata de ir incardinando la acción comunitaria, entendida como instrumento para la convivencia en diversidad, la coproducción solidaria y la gobernanza participativa.
  • Bienestar y cuidados: estrategia para combatir el sinhogarismo.

    España es firmante de la Declaración de Lisboa sobre la Plataforma europea para resolver el sinhogarismo, que contiene entre sus compromisos que nadie se vea obligado a vivir en la calle por falta de una plaza de alojamiento y que las personas sin hogar pasen por un alojamiento de emergencia o de transición sólo el tiempo estrictamente necesario hasta que puedan ser ubicados en una vivienda estable.

    • Uno de los pilares clave de esta estrategia ha de ser el principio de desinstitucionalización, impulsando un nuevo modelo de atención a personas en situación de sinhogarismo centrado en la atención en la comunidad y en la provisión de apoyos personalizados y libremente elegidos.
.2.2. El derecho a la salud

La sanidad pública ha sido uno de los pilares de nuestras políticas de bienestar. Orientada a garantizar el derecho a la salud de toda la población, ha sido una fuente de cohesión social, ha ayudado a contener la desigualdad e incluso se ha convertido en un motivo de orgullo colectivo. Con unos recursos económicos limitados, nuestro país fue capaz de construir un sistema sanitario público más solidario y eficaz que los de otros países más ricos. Sucesivas oleadas de privatización, precarización y corrupción han erosionado ese proyecto. Vamos a devolver a la sanidad pública la grandeza que nunca debió perder. Vamos a sentirnos orgullosos de nuevo de nuestra capacidad de cuidarnos mutuamente, para vivir en un país saludable y justo gracias a una sanidad pública de vanguardia, gestionada con equidad y eficiencia, capaz de reducir las desigualdades mediante políticas de salud intersectoriales, participativas y transparentes.

.2.3. Protección de los derechos de los niños y las niñas y de sus familias

La forma en la que hoy tratamos a la infancia define cómo es nuestro país y cómo va a ser en el futuro. Se ha de garantizar una eficaz protección de los derechos de los niños y las niñas y de sus familias.

La crianza de los hijos y las hijas es compleja, enfrenta las dificultades derivadas de las extensas jornadas laborales, la falta de conciliación entre la vida laboral y la vida familiar, o los procesos de rápida transformación tecnológica y cultural que estamos viviendo. Se trata de problemas complejos, conectados con la crisis de los cuidados y con la invisibilización del trabajo reproductivo que realizan mayoritariamente las mujeres.

Nuestras políticas sociales no están respondiendo a estos desafíos. España es uno de los países de la UE que menos invierte en la infancia y las ayudas públicas para apoyar a las familias en la crianza, así como las infraestructuras públicas para el cuidado, son claramente insuficientes. Como consecuencia, somos uno de los países europeos con mayor pobreza infantil y con menor tasa de natalidad.
Ha llegado el momento de crear un auténtico sistema de protección social universal de la infancia que, respetando la diversidad de estructuras familiares, apoye a las madres y a los padres en la crianza, para asegurar el bienestar y las oportunidades de desarrollo de todos los niños y las niñas en igualdad de condiciones. Necesitamos poner en marcha instrumentos innovadores de intervención social para afrontar estos retos, pero también reforzar o ampliar las políticas públicas clásicas de apoyo a la infancia y a la crianza, que en nuestro país nunca han llegado a desarrollarse plenamente.

Una de las claves para ello es dar un potente impulso normativo para la introducción del enfoque de derechos en la atención a la infancia. Esto implicará crear un comité de seguimiento de las resoluciones de los órganos internacionales de derechos humanos, que vele por el cumplimiento de las resoluciones de los comités de tratados, de las observaciones finales de los informes periódicos y de las medidas cautelares y los dictámenes emitidos ante quejas individuales; también la creación de un consejo audiovisual para vigilar y sancionar las intromisiones en el derecho al honor, en la intimidad familiar y personal y en la propia imagen de niños, niñas y adolescentes; la promulgación de una carta para la protección del menor no acompañado; y la organización de equipos de mediación especializados en la resolución de conflictos en los distintos ámbitos donde se desarrolla la vida social de la infancia

  • Protección derechos infancia y familias: prestaciones e inversión
    • Una prestación universal por hijo e hija de 200€ al mes. las prestaciones familiares son uno de los elementos más débiles del Estado del bienestar en España; como consecuencia de ello, padecemos unos índices de pobreza infantil mucho mayores que los de otros países de nuestro entorno. Proponemos unificar las actuales prestaciones por hijo a cargo de la Seguridad Social (a extinguir), el complemento por ayuda a la infancia del IMV y la deducción fiscal por madre trabajadora en una nueva prestación universal por cada hijo e hija menores de 18 años que será de 200€ al mes, en forma de una deducción fiscal o de una prestación que puedan percibir mensualmente todas las familias que cumplan esas condiciones.
    • Más inversión en protección de la familia y la infancia. nuestro país tan solo invierte el 1,6% de su PIB en protección social de la familia y la infancia. Eso nos sitúa muy lejos del 2,4% de la media europea y a enorme distancia de países como Dinamarca, por ejemplo, que dedica a este concepto el 3,5% de su PIB. Es urgente alcanzar la media europea para reducir las escandalosas cifras de pobreza infantil de nuestro país, implementando de manera efectiva la Garantía Infantil Europea y su Plan de Acción por parte de la Administración General del Estado y las comunidades autónomas. El incremento de la inversión también servirá para desarrollar una cartera de servicios y prestaciones en materia de política infantil que beneficiarán al conjunto de las familias españolas.
    • Comedores escolares gratuitos y saludables. vamos a legislar para implementar progresivamente el derecho universal a comedores escolares gratuitos en todos los tramos de la enseñanza obligatoria. Queremos garantizar una alimentación adecuada para toda la infancia, considerando el tiempo de comedor escolar como parte del proceso educativo y previniendo la aparición de trastornos de la alimentación. Pondremos en marcha una nueva regulación que asegure una alimentación saludable y sostenible en todos los comedores escolares a través de la compra de productos de proximidad.
  • Protección derechos infancia y familias: protección y acogimiento de niños migrantes

    Se prestará especial atención a las problemáticas concretas que presentan los niños y las niñas migrantes no acompañados, refugiados o solicitantes de asilo.

    • Se impulsarán las acciones necesarias para garantizar que todas las medidas que se tomen respecto a los niños y las niñas migrantes no acompañados, refugiados o solicitantes de asilo atiendan a la consideración primordial que tiene su interés superior. En este sentido, se revisarán la Ley 26/2015 de Modificación del Sistema de Protección a la Infancia y a la Adolescencia, del 28 de julio, y en concreto los procedimientos de determinación de la edad de los/las niños/as extranjeros/as no acompañados/as, para que se ajusten a lo que establece la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y el resto de normas del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
.2.4. Envejecer con autonomía y seguridad

El incremento de la esperanza de vida ha hecho aumentar significativamente el porcentaje de personas mayores de 65 años en el conjunto de la población. A pesar de los avances sanitarios y la mejora de sus condiciones de vida, más de la mitad de esas personas tienen problemas de salud, un fenómeno que se intensifica a partir de los 75 años. La atención a esas dificultades de enfermedad y dependencia la asumen mayoritariamente las familias y, dentro de ellas, las mujeres, con el enorme esfuerzo económico y personal que ello supone.
Somos ya un país de personas mayores y necesitamos que las políticas públicas garanticen la corresponsabilidad de los cuidados desde las instituciones y posibiliten que se afronte esa etapa de la vida con autonomía y con seguridad, desempeñando un papel activo en todos los ámbitos de la sociedad. El envejecimiento no debería significar nunca más un déficit de nuestra libertad o de nuestra actividad ciudadana ni una carga insoportable para nuestras personas allegadas.

.2.5. Inclusión de personas con discapacidad

Uno de los objetivos más importantes de las políticas de bienestar es asegurar la autonomía y la libertad de toda la ciudadanía. En nuestro país, las personas con discapacidad han padecido tradicionalmente un menoscabo de su derecho a llevar una vida independiente y tomar sus propias decisiones sobre cómo desean vivirla. Vamos a garantizar que todas las personas con discapacidad puedan desarrollar un proyecto vital propio sin barreras sociales que limiten sus opciones.

  • Inclusion personas con discapacidad
    • Derecho a la igualdad, la inclusión y la vida independiente. nuestro compromiso es retomar de inmediato el proceso de reforma del artículo 49 de la Constitución española, ya iniciado por el Gobierno de España y por el Congreso de los Diputados (con el apoyo mayoritario de los grupos políticos) en 2018, pero sucesivamente frustrado por dos disoluciones anticipadas de las Cortes Generales. Hay que garantizar la igualdad y la inclusión como derecho fundamental siguiendo el enfoque, los contenidos y la terminología de la Convención Internacional de Naciones Unidas de 2006.
    • Se proporcionará a las personas con discapacidad que lo necesiten los recursos y apoyos necesarios para que puedan desarrollar una vida libre y autónoma en el seno de la comunidad, fomentando la desinstitucionalización. Todo ello en función de las características, las necesidades y las preferencias específicas de cada una. Se generalizará la prestación de asistencia personal, estableciéndola como la opción preferente dentro del sistema. Esta prestación la ofrecerán siempre las Administraciones a las personas a las que se les reconozca la situación de dependencia, garantizando la cualificación profesional del asistente personal y que la dotación económica de la ayuda sea suficiente para cubrir los gastos que origine la atención a la persona con discapacidad.
    • Accesibilidad. un requisito necesario para que las personas con discapacidad puedan desarrollar un proyecto vital propio es que todos los entornos, productos, bienes y servicios sean accesibles. Según la legislación vigente, en 2017 terminó el plazo para que todos los entornos, productos y servicios fuesen universalmente accesibles. Exigiremos el cumplimiento efectivo y urgente de ese mandato legal. Para ello, contaremos con los fondos de las denominadas «cuentas durmientes» para financiar las actuaciones en materia de accesibilidad (tal y como hace posible una reciente reforma de la Ley de Patrimonio de las Administraciones Públicas), de modo similar al que tan buenos resultados ha dado en la recuperación del patrimonio histórico y artístico español.
    • Se reformará la ley de propiedad horizontal para que los costes de obras y actuaciones de accesibilidad en elementos comunes de comunidades de propietarios donde vivan personas con discapacidad o mayores de 70 años sean asumidos por las propias comunidades de vecinos, habilitando ayudas públicas suficientes para que el esfuerzo económico sea viable.
    • Mujeres con discapacidad. las mujeres y las niñas con discapacidad padecen una doble discriminación que aumenta las probabilidades de sufrir algún tipo de violencia por parte de familiares, parejas o cuidadores, y disminuye la probabilidad de acceso al empleo. Desarrollaremos acciones para garantizar la salud sexual y reproductiva de las mujeres con discapacidad, erradicar las violencias que sufren y corregir la brecha que sufren en su acceso al empleo.
    • Empleo con apoyo. el empleo con apoyo es una de las modalidades de acceso laboral con más potencial inclusivo. Se elaborará una regulación normativa del empleo con apoyo que incremente las partidas presupuestarias dedicadas a su despliegue, para impulsar su expansión y la multiplicación del número trabajadores y trabajadoras con discapacidad acogidos a esta fórmula laboral.
    • Participación política. la participación política, a través del voto, es esencial para todas las personas en cualquier país democrático, por lo que se hace absolutamente necesario que las personas con discapacidad puedan ejercer, de forma autónoma, el derecho a voto en todo proceso electoral, haciendo efectivas las recientes mejoras normativas. Se adoptarán las medidas necesarias para eliminar los obstáculos que actualmente enfrentan las personas con discapacidad.

6. Un país para jóvenes

Nuestro país afronta un grave problema de inequidad generacional que se superpone a otras formas de desigualdad tradicionales, como las económicas o las de género. La juventud ha padecido con particular intensidad la acumulación de crisis económicas y sociales sin que apenas existan políticas de bienestar específicas para apoyar a las personas jóvenes. Como resultado, millones de jóvenes tienen que aplazar indefinidamente sus expectativas de desarrollar un proyecto de futuro propio, con consecuencias negativas tanto en el plano personal, con un gran impacto en su salud mental, como para el conjunto del país, que se ve privado de su talento y su energía. Es urgente impulsar políticas públicas ambiciosas que acaben con la desigualdad generacional y proporcionen a los jóvenes la oportunidad de realizar sus proyectos de vida y definir el país en el que desean vivir.

7. Migraciones. frenar el racismo y la xenofobia

España debe emprender una reforma sistémica y estructural, acorde con la creciente diversidad étnico-racial, que asegure la protección de los derechos humanos, promoviendo el bienestar colectivo y abordando las situaciones de discriminación y vulnerabilidad en la que se encuentran las personas inmigradas y racializadas. Debemos facilitar el desarrollo de una sociedad cohesionada, donde todas las personas puedan perseguir su proyecto de vida y contribuir al desarrollo económico y social del país.

.3. Un proyecto para ensanchar la democracia

3.1. Feminismos e igualdad

3.1.1. Un feminismo del 99%

Sumar es un proyecto político que concibe la igualdad de todas las personas como eje indispensable de la democracia. Esto significa que queremos no solo un país libre de violencias machistas y discriminaciones, sino también un país cuyas estructuras sociales, económicas y políticas respondan al cambio de mirada que propone el feminismo, entendido como una manera de poner en el centro las necesidades de las personas, las responsabilidades de cuidado y la economía de la vida, la relación con la naturaleza y el medio ambiente. Por eso, el enfoque feminista permea todos los ámbitos en los que se articulan las propuestas del programa. La principal herramienta para consolidar la perspectiva feminista en la política es la transversalidad de género. Las cuestiones de género tienen que integrarse en todas las políticas públicas y dejar de ser cuestiones marginales y de asociarse solo a determinadas políticas sociales. La transversalidad tiene que ir en paralelo y desarrollarse de manera complementaria a las políticas específicas y a las acciones positivas solo para mujeres, o para determinados sujetos o colectivos.

En los últimos años hemos visto cómo el feminismo se ha convertido en uno de los movimientos (sociales, políticos y de pensamiento) con más capacidad para movilizar, proponer cambios y llevarlos a cabo. Así lo han demostrado las movilizaciones masivas de mujeres que han llenado las calles de muchos países para denunciar las violencias machistas, para defender el derecho al aborto o para reivindicar igualdad salarial y unas condiciones dignas de trabajo, entre otras muchas demandas. El feminismo ha impulsado una inmensa toma de conciencia, situando los derechos y exigencias de las mujeres como innegociables para una mayoría social. Mujeres y hombres de todas las generaciones, en todo el mundo, no están dispuestas a retroceder en los avances y logros conseguidos.
Nuestro país es parte de ese movimiento. El mundo entero miró aquel 8 de marzo de 2018, cuando las mujeres españolas hicieron huelga durante todo el día para denunciar la discriminación sexual, la violencia machista y la diferencia salarial, y salieron a la calla en gigantescas manifestaciones por miles de pueblos y ciudades. Además, en los últimos años son incontables las reivindicaciones y protestas de distintos sectores laborales de mujeres en defensa de sus derechos. Las mujeres han desarrollado nuevas formas de sindicalismo para incidir de manera directa en sus condiciones de trabajo y de vida. Además, la economía feminista juega un papel fundamental al impulsar políticas dirigidas a generar un sistema productivo respetuoso con el planeta, incluyendo la valoración de los trabajos de cuidado, la reducción de las jornadas laborales y el reparto del trabajo productivo y reproductivo.

El activismo feminista es una fuerza imparable pese a todos los ataques que, también de forma global, están llevando a cabo fuerzas políticas, económicas, mediáticas y sociales totalmente reaccionarias y Sumar, desde su lugar en los gobiernos o las instituciones, apuesta por su avance y fortalecimiento. La apuesta de Sumar es impulsar un feminismo transformador y con vocación de cambiar y mejorar la vida de las mayorías sociales, un feminismo para todo el mundo. En este sentido, una institución feminista tiene que ir más allá de elementos como la paridad y presencia de mujeres y también tiene que superar la mirada de las políticas dirigidas exclusivamente a las mujeres para ampliar horizontes e incluir, además del género (que vincula tanto a las mujeres como a los hombres), otras variables como el racismo, la LGTBIfobia, la pobreza, la precariedad económica, etcétera. El feminismo en la institución no puede ni tiene que ser el instrumento para conseguir que algunas mujeres accedan a lugares de poder en detrimento de otras. El feminismo en la institución tiene que ser una herramienta de transformación que se proponga la redistribución de poder y recursos para la mayoría.

Los avances que se han conseguido, gracias a décadas de lucha por la liberación sexual y de género, han impregnado y formado parte del movimiento feminista desde sus inicios. La buscada división feminismo y LGTBI+ es un falso dilema y promueve un enfrentamiento innecesario. Las conquistas feministas son también conquistas para el movimiento LGTBI+ y, en concreto, para las personas trans. Sumar apuesta por un feminismo transformador para el 99% de la sociedad, un feminismo constituido por su sujeto plural que vaya más allá del género sumando luchas articuladas a partir de la redistribución de la riqueza, por el derecho a la vivienda, en defensa de los servicios públicos, por los derechos de todas las trabajadoras, las personas trans, las mujeres migradas, las trabajadoras del hogar y cuidadoras, etcétera.

Defendemos un feminismo que busca abordar las raíces de este sistema socioeconómico que genera desigualdades profundas. Defiende las necesidades y los derechos de todas y sobre todo de las mujeres más precarias y vulnerables. Nuestro feminismo es un feminismo diverso y plural, un feminismo para el 99%, un feminismo de base; popular, inclusivo, un feminismo que busca una transformación social profunda y de amplio alcance.

  • Mujeres rurales

    A pesar de la existencia de la Ley Orgánica núm. 35/2011, del 4 de octubre de 2011, sobre la titularidad compartida de las explotaciones agrarias, el porcentaje de mujeres titulares de explotaciones agrarias sigue siendo inferior al de los hombres. Se tomarán medidas para avanzar hacia la paridad en la titularidad de las explotaciones agrarias. En la última reforma de la Política Agraria Común se ha introducido, como uno de los objetivos, la igualdad de género.

    • Las mujeres, en tanto agentes de cambio, han de tener un papel prioritario en el mundo rural como protagonistas e impulsoras de nuevos modelos de producción agrícola y sostenible. Se les facilitará el emprendimiento con la creación de políticas públicas que les permitan desarrollar su actividad profesional en cualquiera de los ámbitos recogidos en la actividad económica, aplicando bonificaciones a aquellos códigos CNAE relacionados con la transición ecológica y con la creación de empleos verdes.
  • Igualdad y feminismo: por una europa feminista y contra la extrema derecha

    Nos encontramos en un momento delicado para los avances en igualdad. Es un hecho que se han producido retrocesos tanto dentro como fuera de la Unión Europea. La negación de la violencia contra las mujeres, la introducción del pin parental o la eliminación de parte de la arquitectura institucional son algunos ejemplos.

    • Trabajar por una europa feminista. la unión europea es un actor imprescindible para avanzar hacia la igualdad tanto dentro como fuera de la Unión. Contamos con herramientas de indudable valor, pero hay que seguir trabajando para continuar por esa senda y evitar retrocesos ya visibles en algunos Estados miembros, transponiendo de manera ambiciosa las directivas actuales y apoyando las propuestas que serán negociadas próximamente durante la presidencia española, como la lucha contra la violencia contra las mujeres o la prevención y la lucha contra la trata de seres humanos y por la protección de las víctimas. Dado que se hace una apuesta decidida por el fortalecimiento de la perspectiva de género en el contexto de la Unión Europea, y considerando el papel del Consejo como colegislador, creemos que, entre las formaciones, ha de figurar una específica sobre igualdad de género.
    • Además, entendemos que en ciertas áreas es necesaria una reforma de los tratados así como de la Carta de derechos fundamentales de la UE, con el objetivo de lograr cambios que sean sostenidos en el tiempo, especialmente para abordar todas las formas de violencia en contra de las mujeres, la protección de los derechos sexuales y reproductivos o el desarrollo de la Estrategia Europea de Cuidados.
3.1.2. Derechos y libertades lgtbi+

Para Sumar, es una prioridad dar cumplimiento efectivo a las disposiciones contenidas en la Ley 4/2023 para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y para la Garantía de los Derechos de las Personas LGTBI+, del 28 de febrero. Con este objetivo, se propondrán políticas públicas (incluyendo planes estratégicos) para su desarrollo, y se establecerá un proceso de evaluación continua que nos permita conocer sus efectos y adaptar las políticas públicas a las necesidades de las personas LGTBI+. Para ello, será fundamental hacer efectivo el artículo 7 de la ley sobre estadísticas y estudios.

Además, se acelerará la puesta en marcha de las siguientes medidas:

2. Democracia de calidad

3.2.1. Democratización y sociedad civil

En tiempos complejos, la democracia es la respuesta. Apostar por la democracia implica mejorar nuestra inteligencia colectiva y nuestra capacidad para transformar la realidad. Sin embargo, vivimos tiempos de crisis y desconfianza democrática que nos obligan a revisarla y profundizar en ella.

Necesitamos una democracia revitalizada, un nuevo contrato democrático capaz de incorporar todas las voces de una sociedad diversa, de recuperar la confianza en las instituciones públicas y de situar el diálogo en el centro de las decisiones políticas.

Proponer medidas concretas para ensanchar y mejorar la calidad de nuestra democracia no es sencillo, pues se trata de modificar las reglas del juego y, sobre todo, las prácticas y los comportamientos de los múltiples actores sociales y políticos. En cualquier caso, proponemos seis líneas de acción:

3.2.2. Administración y buen gobierno

La Administración pública ha sido objeto de críticas y origen de frustraciones desde hace décadas. Una insatisfacción permanente que no hemos sabido revertir y que condiciona la percepción de la ciudadanía acerca de las actuaciones gubernamentales. Las resistencias son mayúsculas, al tiempo que se trata de un ámbito poco agradecido en términos de resultados a corto plazo.

Sin embargo, la administración es la herramienta del gobierno y de ella dependen los servicios que recibe la ciudadanía y su capacidad para diseñar e implementar políticas públicas. Una herramienta pensada para la sociedad del siglo XX (quizá del XIX) y que ya no requiere únicamente de ajustes y reformas, sino que necesita una auténtica transformación. Las acciones que siguen son nuestras propuestas para abordar esta transformación:

  • un discurso, un plan, una política

    De entrada, lo que necesitamos es apostar con decisión por la Administración pública, creer en ella y poner en valor su indispensable contribución al crecimiento y al bienestar de nuestra sociedad. Un discurso que defienda sin ambigüedades la Administración pública y que la dote de sentido, de propósito colectivo.

    • A partir de aquí, hemos de diseñar un plan, una política de transformación administrativa, sabiendo, además, que trascenderá los límites de una legislatura. Es decir, apostamos y lo hacemos con un plan fijado en el medio y largo plazo. Un plan que debería incorporar las acciones que presentamos a continuación.
3.2.3. Modelo territorial

El Estado de las autonomías ha sido una fórmula abierta para articular las diferentes realidades políticas y sociales bajo un mismo paraguas institucional. Aunque el modelo actual se diseñó desde una perspectiva centralista, se han consolidado las Administraciones autonómicas, se han generado subsistemas políticos diferenciados y, quizá de forma incompleta, se han abierto esferas públicas con identidades regionales o nacionales. Tras esta evolución, hoy llena de tensiones, se requiere una transformación del modelo territorial en la que inscribir políticamente la gestión, las políticas públicas y las instituciones que sustentan nuestra democracia. Se trata de un proyecto político a medio y largo plazo que proporcione una visión estratégica sobre la ordenación territorial en España. Un nuevo contrato territorial que asuma y articule la complejidad y la diversidad del país. Una diversidad recogida, aunque no desarrollada, en la CE y que debe ser incorporada como símbolo de madurez de nuestra democracia. Todo ello requiere de una nueva cultura política de la pluralidad y del encuentro, radicalmente diferente del enfrentamiento territorial y del agravio permanente que otros parecen promover.

.3.3. Un país más justo

3.3.1. Un modelo de justicia

La justicia es un servicio público esencial para hacer efectivas la libertad y la igualdad de la ciudadanía. Un servicio mediante el que nuestros tribunales no solo cumplen un mandato constitucional, sino que también dan la medida de su valor para generar cohesión social, crear comunidad en torno a los valores democráticos y para apelar a la ciudadanía —desde esa comunidad compartida—, tanto en relación con el ejercicio de sus derechos como con el cumplimiento de sus deberes en la construcción del bien común.

Así se garantizan, en última instancia, las libertades y los derechos, costosamente conseguidos, que se ven amenazados, en la práctica, por fenómenos como las condiciones abusivas de algunos contratos, los problemas vinculados al medio ambiente, la salud, la vivienda, los retos en materia de libertades civiles y las múltiples manifestaciones de la violencia heteropatriarcal. De la misma manera que su defensa requiere instrumentos normativos que hagan frente a tales retos, también los medios y las estructuras organizativas a su servicio deben ser los adecuados —tanto en cantidad como en calidad—, para satisfacer las demandas de la ciudadanía.

Por ello, nuestras propuestas en esta materia no se limitan a la configuración de los órganos de gobierno de la judicatura, la selección de sus componentes, la de sus altas magistraturas, los sesgos de los que adolecen algunas de sus decisiones y el contenido de las leyes que las fundamentan. Junto a esa dimensión de la justicia como «poder», que sin duda ha de tenerse en cuenta, una fuerza política con proyecto de Estado debe mostrar una visión solvente de la justicia entendida como «servicio» y servicio público.

Se trata de construir una justicia democrática, abierta y en diálogo con todos los operadores jurídicos y entidades que compartan la necesidad de hacer real el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva.

3.3.2. Políticas de seguridad y prevención

Aunque España es un país relativamente seguro, podemos desarrollar políticas que sean más eficaces y justas en este ámbito. Es necesario un cambio radical en la forma de pensar la seguridad. Necesitamos transitar hacia la prevención, menos costosa social y económicamente que la reacción. La mejor respuesta a los problemas de inseguridad son las buenas políticas sociales. Las políticas públicas de seguridad deben plantearse de forma transversal, con la intervención de los diferentes agentes de carácter administrativo y social. Concebimos la seguridad ciudadana como un bien social desigualmente distribuido (las personas, colectivos y sectores sociales más vulnerables sufren mayor propensión a ser víctimas de delitos y vulneraciones de derechos). Sin olvidar el papel que corresponde a la comunidad, una visión progresista de la seguridad ciudadana implica considerar que es un servicio público que debe ser garantizado y proveído por el Estado para amparar a los sectores sociales más vulnerables. La izquierda debe proponer otros medios, menos autoritarios, violentos, populistas y costosos, y más eficaces y reales, para garantizar la seguridad en los barrios, especialmente los más vulnerables. La visión neoliberal, que lo fía todo a la responsabilidad exclusivamente individual y al «punitivismo mágico», debe ser sustituida por una visión más real y eficaz.

3.3.3. Memoria democrática

La aprobación de la Ley de Memoria Democrática de 2022 ha supuesto un avance significativo de las políticas de memoria y derechos humanos en el Estado español. Sin embargo, la garantía efectiva de los derechos a la verdad, justicia, reparación y no repetición del franquismo exige todavía mayor atención por parte de las Administraciones públicas. A tal efecto, urge desarrollar políticas estatales que, con enfoque de género, interseccional y desde los derechos humanos, recuperen la memoria democrática y reivindiquen la lucha por la democracia, la libertad y la igualdad que se desempeñó contra la dictadura y durante los años de la transición a la democracia. Preservar y transmitir la memoria colectiva ha de formar parte del discurso propio de una ciudadanía democrática.

.4. Un programa internacional. españa, potencia de paz y progreso

Desde el shock financiero de 2008, las crisis globales se multiplican y retroalimentan: crisis climáticas y ecosociales, crisis geopolíticas y financieras, crisis sanitarias y humanitarias; cada una de ellas agrava las anteriores y hace su solución más compleja. Al mismo tiempo, se está dando una dinámica creciente de repliegue sobre sí mismos de los Estados y las regiones del planeta. La crisis de la globalización ha creado una grave asimetría entre los problemas que nos afectan y las capacidades de las que disponemos para hacerles frente.

La premisa del programa internacional de Sumar es muy clara: España tiene la enorme responsabilidad y la capacidad de convertirse en parte de la solución a estos problemas. Nuestro país puede y debe convertirse en una fuerza de progreso, estabilidad y certidumbre para este mundo en crisis. Tenemos un enorme potencial para ello: disponemos de las convicciones, de los medios y de las capacidades necesarias para convertirnos en un referente de mediación, cooperación, nuevas políticas de movilidad humana y liderazgo para atajar las crisis que nos afectan.

Necesitamos más herramientas de mediación y coordinación, pero tenemos cada vez más conflictos. Es necesario actuar de manera conjunta, pero priman los intereses particulares y la confrontación. Esto no solo trae consigo gravísimas consecuencias para la democracia y los derechos humanos de millones de personas en el planeta. También nos hace incapaces de abordar los enormes retos comunes que tenemos por delante.

Desde Sumar creemos que no debemos resignarnos a vivir en un mundo regido por la incertidumbre, la inestabilidad y el conflicto. Al contrario: es hora de redoblar el compromiso a favor de orden internacional más justo, más capaz, más eficaz y democrático, que blinde la protección de nuestros bienes comunes y de los derechos humanos para el conjunto de nuestras poblaciones. Ante la gravedad de la crisis ecosocial que se cierne sobre el mundo, es hora de crear los instrumentos necesarios para hacerle frente.

Es hora de apostar por un orden económico, comercial y financiero capaz de satisfacer las necesidades de la población mundial dentro de las limitaciones del planeta. Es hora de generar mecanismos comunes y garantías suficientes para construir una paz global justa y duradera, dotándonos de mayores capacidades para prevenir las crisis, mediar en los conflictos en curso, y reparar las violaciones de derechos humanos que hoy constituyen el día a día de nuestro mundo. Es hora de construir una Europa con voz propia en el planeta, una Europa más democrática, feminista y comprometida con la justicia social, que expanda el destello de lucidez de la gestión expansiva de la pandemia y entierre de una vez los dogmas neoliberales y las lógicas de explotación y abuso que durante demasiado tiempo han regido su relación con las otras regiones del planeta. Una Europa en paz, capaz de mediar y desescalar los conflictos, que ponga un final inmediato a las violaciones de derechos humanos que genera su política migratoria y respete los compromisos internacionales que hemos adquirido en esta materia.

Los principios básicos de la democracia, los derechos humanos, la defensa de la paz y la sostenibilidad de la vida, los derechos de las mujeres y de las personas LGTBI+, la redistribución de la riqueza y la justicia ecosocial, serán el faro que guíe una acción exterior decidida, moderna y comprometida, que será fuente de estabilidad y certidumbre para estos tiempos de turbulencia global.

A través de las siguientes medidas, daremos los pasos necesarios para avanzar hacia una política exterior que cuide la democracia y el planeta, una Europa que proteja a las personas, una política de desarrollo a favor de la justicia global y una nueva política de movilidad humana que ponga los derechos humanos en el centro.

Construir esa España, esa Europa, ese mundo mejor no es solo posible, sino imprescindible.

4.1. Una política exterior para cuidar la democracia y el planeta

.4.2. Una europa que proteja a las personas
.4.3. Una política de desarrollo a favor de la justicia global
.4.4. Una política de movilidad humana con los derechos humanos en el centro
.5. Un proyecto de educación, universidad, conocimiento, ciencia, cultura, deporte, innovación y digitalización para la cohesión social y la transición justa y sostenible

La educación, la cultura, la formación universitaria, el conocimiento, la ciencia y la innovación, la digitalización y el deporte son ejes centrales de una necesaria transición social, ecológica y digital hacia un mundo sostenible, justo, cohesionado e inclusivo.

Pensar en la próxima legislatura con ambición obliga a una mirada que tenga en cuenta su importante contribución al bienestar, a los derechos para todas y para todos, y a la nueva sociedad y economía que perseguimos. Porque son, además, ámbitos que deben abrirse al conjunto de la sociedad y de sus distintos territorios, para dejar atrás la desigualdad, los prejuicios y unas visiones obsoletas ante las que no hemos de ceder, ni que debemos aceptar que se equiparen con actividades dirigidas preferentemente a las élites, como se da el caso, sobre todo, en relación con la universidad, la ciencia y la innovación.

Son, además, aspectos cada vez más relevantes para fundamentar la ciudadanía fuerte del siglo XXI a la que aspiramos, y para afrontar de manera adecuada los grandes retos sociales del presente y del futuro. Transformaciones sociales previas de calado en el mundo de la educación y la formación, incluyendo el deporte, el conocimiento y la ciencia, la tecnología y la cultura, ayudaron a vencer el miedo y la incertidumbre en etapas anteriores de nuestra historia. Contrarrestaron la desigualdad y los riesgos vitales básicos con derechos sociales; las limitaciones a la libertad, al espíritu creativo y a la innovación con derechos culturales, sociales y políticos, y la invisibilidad de los colectivos vulnerables con más derechos, así como con políticas activas transversales e interseccionales de inclusión, redistribución y reconocimiento. Es fundamental impulsar hoy un nuevo proyecto de país que permita recuperar la confianza en la mejora social en todos estos ámbitos.

De aquí la importancia de fomentar el progreso de la educación, de la actividad universitaria, de la cultura, del conocimiento, la ciencia y la innovación, del deporte o de la transformación digital, facilitando su acercamiento a la vida cotidiana de las personas, cualquiera que sea su condición social, de género o edad, su origen nacional o étnico, o su lugar de residencia, para que pueda enriquecerse con su participación en la creación, formación o disfrute en todos estos aspectos. Es fundamental, asimismo, garantizar su cobertura y responsabilidad públicas, dirigidas a alcanzar una plena igualdad y a facilitar el desarrollo sostenible y la calidad en todos estos ámbitos, teniendo como objetivo central contribuir al reforzamiento de una vida buena y a la mejora del conjunto de la sociedad. Y ello a la luz de los ODS (Objetivos del Desarrollo Sostenible), del mecanismo de recuperación y resiliencia de la Unión Europea, del pilar europeo de derechos sociales y de la Declaración de la OIT sobre la justicia social para una globalización equitativa de 2008, en su versión enmendada en 2022.

La realización de este proyecto resulta más importante, si cabe, en la situación de encrucijada en la que nos encontramos, acusando la tensión entre discursos, lógicas y tendencias distintas, e incluso opuestas.

De una parte, persiste su concepción como aspectos centrales del Estado Social, al servicio de las personas, de la cohesión social y del desarrollo sostenible, desde criterios éticos orientados por la justicia social y el bien común. Pero, por otra, esta aproximación contrasta con la precariedad general y la falta de recursos para llevar a cabo dichas tareas de manera adecuada. Carencia agudizada desde la llamada «crisis de austeridad» de finales de la década inicial de este siglo y primeros años de la segunda. También se opone a la entronización de perspectivas y prácticas de signo muy diferente, individualizadoras, precarizadoras, competitivas, y burocratizadoras, que cabría enmarcar en un modelo neoliberal. Estas últimas, consolidadas en este periodo, incrementan, asimismo, el riesgo de consolidación de las desigualdades, al limitar el acceso de la población a estas actividades según su clase social, género, edad, lugar de procedencia, discapacidad, edad u otras diversidades, y socavan su desarrollo con calidad y orientación social.

No hay que olvidar que esta división tiene su correlato en otra tensión. Se trata de la que tiene lugar entre la responsabilidad pública última del conjunto del sistema (en lo que hace a la garantía de su adecuado desempeño de funciones, dimensión social, rendición de cuentas y coordinación, compatible con el reconocimiento de las diversidades) y las potentes tendencias mercantilizadoras y privatizadoras desarrolladas, sobre todo, en el último decenio.

Finalmente, cabe mencionar el ascenso y la difusión en los últimos años de discursos cuestionadores de la cultura, de la ciencia y del conocimiento científico y experto, y de los valores referidos a la democratización, la igualdad social y de género, la participación colaborativa en el conjunto del sistema educativo, incluidas la universidad y la libertad de expresión y de creación. Es cierto que este cuestionamiento contrasta con el protagonismo social que hoy tiene la educación y la formación universitaria, la ciencia, la innovación y la cultura, o con el fomento de la actividad deportiva... claves para afrontar los importantes retos y problemas sociales que enfrentamos hoy. Contrasta asimismo con la importancia de la formación y la digitalización para facilitar la incorporación de las personas a un trabajo decente y pleno y con derechos.

En lo que sigue se exponen las principales medidas que se proponen respecto a estos distintos ámbitos desde un enfoque que pretende ser abierto a la ciudadanía y al debate, a la crítica y a la autocrítica, al tiempo que colaborativo y participativo, y que se aproxima a todas estas cuestiones valorando su contribución a una transición justa, a una sociedad buena y a una ciudadanía con bienestar y derechos.

Dichas medidas parten de aspectos referidos al modelo general de cada una de las actividades y de los sistemas en los que se insertan; focalizan la atención, antes que nada, en las personas; subrayan tanto las cuestiones de igualdad, de clase, de género, o conforme a otros criterios, como la necesidad de inclusión de los colectivos en situación de vulnerabilidad; plantean mejoras sustantivas en relación con la realización y la evaluación de la calidad de estas tareas; abordan la necesidad de profundizar en la democratización y la gobernanza colaborativa de estas funciones sociales y de las instituciones que se ocupan de las mismas, fomentando la participación de los colectivos infrarrepresentados y de menor poder orgánico interior, como el estudiantado, el personal técnico o de gestión; y acaban con compromisos referidos a los recursos o a la financiación de dichas actividades y sistemas con el fin de que puedan desempeñar sus tareas adecuadamente.

5.1. Derecho a la educación y sistema educativo

La educación es la base y motor de nuestra sociedad. Su finalidad es desarrollar las potencialidades de todo ser humano. La educación nos hace mejores. Un proyecto de país avanzado necesita de un modelo educativo público que asegure el bienestar de la población y una democracia de calidad. Necesitamos un nuevo contrato social para la educación que se base en dos principios fundamentales: el derecho universal a la educación y el compromiso con su carácter público, en tanto que bien común esencial, y que garantice el ejercicio de ese derecho en condiciones de igualdad. Nuestro Proyecto de Educación Democrática puede convertirse en uno de los instrumentos de mayor capacidad transformadora para combatir las desigualdades y conseguir una sociedad más justa y equitativa. Ello requiere que la sociedad, en su conjunto, asuma la responsabilidad de la educación como un derecho fundamental y un bien común. Es la forma de dar esperanza de futuro a nuestras niñas, niños, jóvenes y a todas las personas a lo largo de su vida.

5.1.1. Un sistema educativo para todas y todos

5.1.2. Una educación integral e inclusiva, en y para la democracia, y orientada por los ods
5.1.3. Una educación con las personas, la formación, las condiciones laborales y los recursos adecuados
5.1.4. Centralidad de la educación pública, gratuita y adecuadamente financiada, y de la responsabilidad pública del conjunto del sistema
.5.2. Universidad, ciencia e innovación

5.2.1. Universidad

2.1.1. La universidad como servicio público para el conocimiento y la ciencia, la innovación, a cultura y la cohesión social

El Sistema Universitario Español (SUE) se encuentra en una situación de encrucijada entre su concepción como servicio público y como institución social y colaborativa y las tendencias mercantilizadoras y precarizantes del ciclo de recortes y austeridad de la pasada década.

Como ejemplo de dichas tendencias cabe citar, entre otras manifestaciones, un aumento importante y muy rápido de los centros de titularidad privada, especialmente en algunas comunidades autónomas, así como la creciente competencia entre los centros públicos por los escasos recursos. Ha sucedido igualmente en la oferta de alojamiento u otros servicios. Estos cambios se han acompañado, además, de una creciente atomización de las actividades ofrecidas, sin que se garantice en todos los casos un estándar de calidad contrastable. Se ha añadido la carencia de una financiación sostenida, adecuada y estable de los centros de titularidad pública, necesaria para realizar su función social de manera pertinente.

Estas últimas y la falta de recursos dificultan su importante contribución a la cohesión social y al bien común, así como a la producción de formación, conocimiento y cultura, necesarias para una transición social, ecológica y digital justa. También incrementan el riesgo de consolidación de las desigualdades, limitando el acceso o el resultado académico del estudiantado según su clase social, lugar de procedencia, discapacidad, edad u otras diversidades, y refuerzan la segregación de género en determinados estudios o entre el personal laboral.
Debemos pensar la Universidad no solo como un espacio de producción de conocimiento, ciencia y cultura, sino también de formación especializada e integral en todas las facetas de la persona, incluyendo la actividad deportiva. El sistema universitario debe proporcionar así una formación científica y profesional, requerida para afrontar los grandes retos sociales y del planeta, facilitar la promoción social y favorecer la incorporación del estudiantado a un trabajo decente y pleno, reforzando sus derechos. Todo esto reviste una relevancia central en una sociedad avanzada como la nuestra, en donde el conocimiento, la formación universitaria, la innovación, la digitalización, la cultura y la actividad deportiva constituyen herramientas estratégicas para enfrentar los riesgos y las incertidumbres de hoy y para seguir garantizando la mejora del conjunto de la sociedad.

Fortalecer hoy el sistema universitario requiere:
● Profundizar en su apertura a la sociedad dando acceso a un estudiantado más amplio y diverso.
● Asegurar el protagonismo en las aulas y la difusión en la sociedad de una formación y unos saberes apoyados en los valores de la democratización y de la igualdad social y de género, de la transición social y ecológica justa y de la ciencia abierta y ciudadana.
● Garantizar la estabilidad y mejora de las trayectorias personales. Reforzar el carácter innovador, abierto y de calidad de todas sus actividades, desde la docencia hasta la investigación o la transferencia, y el intercambio de conocimiento con la sociedad, evaluando dicha calidad con una nueva aproximación.
● Aplicar transversalmente la igualdad de género y la no discriminación, logrando la inclusión efectiva de la discapacidad y de las distintas diversidades en todas sus misiones y actividades.
● Avanzar en su internacionalización y en los intercambios con sus territorios, minimizando el impacto de la desigualdad.
● Reforzar la responsabilidad pública última del conjunto del sistema, tanto de las universidades públicas como de las privadas, en lo que hace a la coordinación de sus actividades y titulaciones, calidad en el desempeño de sus funciones, dimensión social, transparencia y rendición de cuentas, compatible con el reconocimiento de las diversidades y de la autonomía universitaria.
● Profundizar en su democratización reforzando la participación interna y externa en el sistema, especialmente de los grupos más infrarrepresentados, como los estudiantes.
● Calidad y evaluación evaluando periódicamente las universidades para conocer el rendimiento de los recursos públicos recibidos y para fomentar una cultura de corresponsabilidad social.
● Y, muy especialmente, garantizar una financiación adecuada y en progresivo crecimiento que asegure la consecución de todos estos objetivos con la calidad exigible.

2.1.2. Combatir la precariedad vital: un estudiantado amplio y diverso y la formación universitaria como derecho efectivo para una ciudadanía fuerte

2.1.3. Personal docente e investigador (pdi) y personal técnico, de gestión y de administración y servicios (ptgas): trayectorias estables y nuevas evaluaciones para combatir la precariedad laboral

4. Docencia, formación, investigación, transferencia, cultura universitaria y ciencia abierta y ciudadana para las personas y la cohesión social

1.5. Igualdad de género: consolidar su aplicación transversal

2.1.6. Igualdad e inclusión efectiva y transversal de la discapacidad y de las distintas diversidades

2.1.7. Internacionalización de la investigación, de la docencia y del intercambio de conocimientos

2.1.8. Universidades comprometidas con sus territorios: poner en valor la relación de las universidades con sus entornos locales y sus contribuciones mutuas

2.1.9. Gobernanza participativa, responsable y sostenible en el marco de los ods y del pilar europeo de derechos sociales. agencias de evaluación

10. Financiación estructural. cumplimiento obligatorio del compromiso de la losu y aumento posterior sostenido, con rendición de cuentas y transparencia

5.2.2. Ciencia e innovación

El decisivo papel de la ciencia, la innovación y la tecnología en la sociedad actual exige una mayor participación social en la determinación, regulación y evaluación de las políticas públicas en este terreno, así como en relación con las tecnologías disruptivas. El proceso de introducción de la inteligencia artificial (IA), la robotización o la clonación humana son claros ejemplos, al tiempo que la sociedad afronta retos clave como las desigualdades crecientes, las crisis demográficas y migratorias o el cambio climático en un escenario de creciente tensión geopolítica. En este contexto es obligado reforzar una investigación multidisciplinar y transdisciplinar, para un mejor conocimiento de los cambios asociados. Las investigaciones deberían promover una sociedad bien informada y profundizar su intervención no solo a partir de la cultura y divulgación científica, sino mediante la insistencia en la democratización del sistema tecnocientífico. El reforzamiento de la vinculación de la ciencia y la innovación con la sociedad debe traducirse, asimismo, en la promoción de la ciencia abierta y de la ciencia ciudadana. También debe procurar un respaldo a su protagonismo en el mundo universitario, así como en el conjunto del sistema educativo.

2.2.1. Por una ciencia e innovación al servicio de una sociedad más justa, crítica y sostenible
2.2.2. Cuidar de las personas de la ciencia y de la aproximación de la ciencia a la sociedad

2.3. Incremento sustantivo en la financiación estructural, simplificación de la burocracia y mejora sustantiva de la gobernanza

.5.3. Cultura y deporte

5.3.1. Cultura

La afirmación de la centralidad de la libertad de producción y de creación, junto con el reconocimiento del acceso a la cultura como un derecho esencial, tienen que constituir el punto de partida de las propuestas en esta materia. La cultura debe comprenderse como un espacio de encuentro, además de como un ámbito de representación. Se debería articular una política estatal dirigida a promover tejidos de conocimiento y de solidaridad, en los que se entrecrucen los saberes y se favorezca la colaboración entre formas institucionales diferentes. En suma, la cultura no puede entenderse solo como un escaparate, como un reclamo turístico. Debe concebirse, antes que nada, como expresión de la libertad de creación y de producción, y como parte de nuestro patrimonio general y de la innovación social dirigida al conjunto de la sociedad, así como uno de los ámbitos por excelencia de generación de articulación social y de formas democráticas.
Por su historia plural y compleja, en tanto que encrucijada de pueblos distintos, por su situación geográfica, por la riqueza incomparable de su patrimonio cultural, España debe desempeñar un importante papel para impulsar el protagonismo de la cultura a escala internacional. Y ello a partir de la consideración de la cultura como parte de la sociedad, a la que debe abrirse de manera plena, reconfigurando nuevas maneras de vivir, pensar y sentir basadas en el respeto, la tolerancia, la libertad y el compromiso con la igualdad y las distintas diversidades.

En definitiva, proponemos un conjunto de políticas públicas estructuradas desde el impulso de la cultura en pleno siglo XXI y del reconocimiento de la diversidad cultural y respeto a las competencias delegadas según Estatutos de los territorios.

3.1.1. Libertad de producción y creación sin precariedad y cultura para el conjunto de la sociedad
  • Una cultura sin precariedad, con estabilidad y soportes.
    • La precariedad no solo afecta hoy al trabajo en este sector, sino que caracteriza también al conjunto del mundo cultural, debilitando el tejido creativo, porque se empobrece la investigación, la creación y la educación. La carencia de proyectos dotados de estabilidad, sustituidos cada vez más frecuentemente por actividades temporales y rodeadas de incertidumbre en cuanto a su continuidad, dificulta el trabajo de calidad y la consolidación de las trayectorias personales y la constitución de equipos. Todo lo cual empobrece nuestras instituciones y a sus trabajadores, así como reduce el margen de maniobra, sobre todo, de las pequeñas organizaciones. Se requiere por ello una nueva arquitectura institucional, dirigida a combatir esta precariedad y a asegurar la estabilidad y continuidad y la libertad de producción y de creación requeridas, tanto por los proyectos culturales como por las trayectorias profesionales.
3.1.2. Una nueva arquitectura normativa

3. Una mayor financiación, en crecimiento y sin incertidumbres

3.1.4. Trabajo cultural. acabar con la precariedad laboral

3.1.5. Cultura digital

3.1.6. Una cultura imbricada en los territorios y con ambición de protagonismo internacional

3.1.7. Cultura y educación

1.8. Cultura, igualdad y diversidad

1.9. Cultura para la transición ecológica

  • Acceso universal y neutralidad de la red

    Internet tiene un potencial democratizador enorme, pero han sido numerosos los intentos por parte de grandes corporaciones de controlar y limitar el acceso y los contenidos. Para que la red esté al servicio de todos hay que garantizar que sea neutral y por eso proponemos lo que sigue.

    • En primer lugar, potenciar la neutralidad de la red para garantizar que se limita el papel de las empresas que proveen el apoyo a la comunicación y, así, asegurarse de que el servicio ofrecido no distingue ni prioriza de manera arbitraria los contenidos, servicios, aplicaciones u otros con criterios de propiedad, marca, fuente de origen o preferencia.
    • En segundo lugar, no se puede imponer ninguna restricción a los derechos y las libertades fundamentales sin una resolución judicial. La ley debe garantizar la protección de datos, la neutralidad en la red y la definición de Internet como un servicio universal gratuito para el conjunto de la ciudadanía. La normativa legal debe consolidar la ampliación del actual servicio para hacerlo universal y debe asegurar una velocidad de conexión mínima suficiente y ampliable en función de los avances tecnológicos.
    • En tercer lugar, garantizar que en el uso de las tic se proteja el derecho a la intimidad y el derecho a saber quién tiene nuestros datos personales, cómo se ha accedido, para qué se utilizan y posibilitar su control y cancelación. La gestión del tratamiento de datos masivos (conocido en el entorno profesional como big data) obtenidos por los servicios de las Administraciones públicas, en especial las referidas a la salud de las personas, debe estar bajo el liderazgo exclusivo de la Administración pública y siempre para proyectos de investigación encargados por ésta y con claros objetivos de interés público.
5.3.2. Deporte
3.2.1. Actividad deportiva como parte del bienestar, la calidad de la vida y de la salud, para todas y todos
3.2.2. Ampliar y diversificar la oferta pública y la accesibilidad a la actividad deportiva y la corresponsabilidad de las empresas y otros agentes sociales

2.3. Modernización del sector y de sus regulaciones

3.2.4. Incrementar la financiación de la actividad deportiva
  • Pacto de suelo presupuestario en inversión pública deportiva al 0,25% del pib

    Ninguna política deportiva será efectiva y útil sin recursos suficientes asignados en los presupuestos del Estado, en los de las comunidades autónomas y en los de los ayuntamientos. Desde la convicción de la utilidad social del deporte, de su importancia capital en la conformación de la personalidad de los individuos y, con ello, de nuestra sociedad, la salud y el bienestar físico, psíquico y social, se necesita garantizar una financiación adecuada para la política deportiva. Invertir en deporte es ahorrar en sanidad.

3.3. Digitalización con derechos

  • Planes de igualdad digital y promoción de modelos de digitalización feminista.

    La digitalización imperante está reproduciendo, cuando no agudizando, la desigualdad de género. La digitalización está incrementando de manera específica las diversas formas de violencia machista, como ha ocurrido con la emergencia y proliferación de las violencias digitales. Las mujeres ven así mermadas sus posibilidades de participar en el espacio público digital en libertad. Al tiempo, el modelo de digitalización actual, y particularmente las nuevas formas organizativas mediadas por plataformas digitales, violan las políticas de igualdad.